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La desastrosa gestión de la Junta en la sanidad salmantina
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DESDE GUADRAMIRO

La desastrosa gestión de la Junta en la sanidad salmantina

Actualizado 20/11/2016
Juan Carlos López / Alberto Arroyo

La desastrosa gestión de la Junta en la sanidad salmantina | Imagen 1

La semana pasada hemos podido saber que el Sacyl ha sido condenado a pagar 100.000 euros de indemnización a los familiares de un paciente de El Payo (en la zona de Ciudad Rodrigo) por una "asistencia sanitaria deficiente" que acabó desembocando en la muerte del paciente.

Ésta no es sino una muestra más del penoso estado de la sanidad en esta provincia en la que parece que, pase lo que pase, la gente se empeña en mirar hacia otro lado como si con ellos no fuera la cosa.

Y es que el trato que está recibiendo Salamanca en sanidad por parte de la Junta de Castilla y León (que es quien posee y ejecuta las competencias en sanidad) está siendo sencillamente lamentable. En este sentido, cabe recordar que en 2012 la Junta decidió enviar al Hospital Clínico de Salamanca las sábanas viejas que en el Hospital de Burgos consideraban obsoletas, comprando nuevo material para el hospital burgalés y destinando sus sábanas y almohadones viejos? a Salamanca.

Asimismo, a finales de ese mismo 2012, los sindicatos denunciaban la penosa calidad del material de recambio de las habitaciones que se les hacía llegar a los trabajadores del hospital Virgen de la Vega, hecho que se venía percibiendo desde que la Junta privatizó el sistema de lavandería en el Complejo Hospitalario de Salamanca.

Por su parte, en 2014 desde la Dirección de Gestión del hospital Clínico señalaban que la Gerencia de Sanidad de la Junta llevaba un año sin concederle autorización alguna para cubrir las vacantes en el servicio de mantenimiento, habiéndose reducido por este hecho un 15% su personal. Pero la reducción de personal no se centraba solo en el mantenimiento, sino que abarcaría al conjunto del Complejo Asistencial de Salamanca, que ha perdido al menos 45 enfermeras en los últimos años.

Por otro lado, si bien en el verano y otoño de 2015 los sindicatos sanitarios denunciaban la práctica de ingresar tres pacientes en habitaciones dobles, el mal estado de las bajantes del Clínico, de las cubiertas, el desprendimiento de cornisas, las camas rotas, un apagón que obligó a suspender operaciones, o la mala climatización de las habitaciones, en noviembre se desprendió el techo de una de las habitaciones de la 7ª planta del Clínico.

Un mes antes de este desprendimiento de techo, al Sacyl no se le ocurrió otra cosa para realizar las resonancias magnéticas que hacerlas en un camión y unas carpas, como si Salamanca estuviese en medio de una guerra o en pleno Tercer Mundo.

Estos hechos acontecían a la par que la Junta anunciaba que ampliaría en un millón y medio de euros el concierto para realizar operaciones con el sector privado. Aunque lo más lamentable es que, para más inri, en muchas ocasiones, la Junta ha decidido destinar a los pacientes del Clínico a clínicas privadas de otras provincias, algunas tan 'cercanas' como Burgos (donde en 2015 la Junta admitía haber destinado a 485 pacientes).

Ya en junio de este año, en los trámites para la actualización del sistema de citas del Complejo Hospitalario de Salamanca, se detectaron más de 13.000 citas pendientes 'perdidas por los cajones', en las que los retrasos para los pacientes llegaban hasta los 3 años. La excusa de la Junta ante este hecho fue que "no eran citas urgentes".

Asimismo, en verano la Junta decretó el cierre estival de más de 100 camas del Clínico, alegando que no había demanda suficiente de pacientes, hecho que fue contestado por los sindicatos médicos, que alertaron de que el verano de 2015, en que se cerraron 70, hubo muchos problemas para poder dar una atención decente a los pacientes. Curiosamente, en la primera semana de julio los hechos contradecían lo sostenido por la Junta, al tener que reabrir una planta porque no se podía atender a todos los pacientes que ingresaban en el hospital.

Pero si antes se trató el desprendimiento del falso techo de una habitación en noviembre de 2015, en septiembre de este año, un nuevo desprendimiento tuvo lugar en el Clínico, esta vez en una habitación del área de Medicina Interna.

En definitiva, todos estos hechos no hacen sino agraviar y poner en evidencia el maltrato que está sufriendo la sanidad salmantina por parte de la Junta de Castilla y León, con más de 7.000 salmantinos en lista de espera quirúrgica en la actualidad (el peor dato de toda la autonomía), y sin que haya rodado ninguna cabeza por ello, más si tenemos en cuenta que a mediados de 2015 esta lista de espera era la mitad, 3.700 pacientes. Es más, el anterior gerente del Complejo salmantino, Rafael López, fue 'premiado' por la Junta con el ascenso a Gerente Regional, pese a su desastrosa gestión.

Y entretanto, no deja de resultar curioso el hecho de que el complejo hospitalario de Salamanca siga en unas eternas obras, que nadie sabe cuándo verán su final, mientras que las obras del nuevo hospital de Burgos, que se iniciaron después, llevan ya más de tres años acabadas.

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