Abre los ojos para sentir lo que purifica, lo pequeño, el agua, el viento en la cara, el olor del campo, el misterio de la luz. Que tanto cielo y tanta tierra, donde germinan trigo y barro, te acercan a lo que importa. Nada es necesario.
Por tierras de Babilafuente. Sembrados de trigo y patatas
Abre los ojos para sentir lo que purifica, lo pequeño, el agua, el viento en la cara, el olor del campo, el misterio de la luz. Que tanto cielo y tanta tierra, donde germinan trigo y barro, te acercan a lo que importa. Nada es necesario.
Con las fotos de Manuel Lamas, SALAMANCArtv AL DÍA recuerda el 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández
Verde, rojo, moreno: verde, azul y dorado; / los latentes colores de la vida, los huertos, / el centro de las flores a tus pies destinado. (Miguel Hernández)
Con las fotos de Manuel Lamas, SALAMANCArtv AL DÍA recuerda el 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández
Verde, rojo, moreno: verde, azul y dorado; / los latentes colores de la vida, los huertos, / el centro de las flores a tus pies destinado. (Miguel Hernández)
Explosión de primavera en el arroyo Tumbafrailes, en Buenamadre
Es primavera reciente y grande y lo llena todo. Y oigo el murmullo del mundo. Todo espera y se fecunda en silencio al alba. La luz del día no llegará si tú no estás conmigo. (Jclp)
Explosión de primavera en el arroyo Tumbafrailes, en Buenamadre
Es primavera reciente y grande y lo llena todo. Y oigo el murmullo del mundo. Todo espera y se fecunda en silencio al alba. La luz del día no llegará si tú no estás conmigo. (Jclp)
‘La tentación y el perdón’, capitel del claustro de las Dueñas con la catedral al fondo
Habla el tiempo, largamente, de este cielo, de su historia y la del hombre. Y tras el aire, un silencio de pájaros, el sitio justo del que brota la certeza de la piedra, la figura que recuerda el pecado y el perdón, la herencia de la
‘La tentación y el perdón’, capitel del claustro de las Dueñas con la catedral al fondo
Habla el tiempo, largamente, de este cielo, de su historia y la del hombre. Y tras el aire, un silencio de pájaros, el sitio justo del que brota la certeza de la piedra, la figura que recuerda el pecado y el perdón, la herencia de la
Las catedrales de Salamanca se reflejan en el río Tormes
Como en los altos alminares donde se habla de Dios, en tus ojos un paraíso de aire, piedra y agua. Bienaventurados los que contemplan en el vientre del río este cielo de oro donde tiembla la vida y todo se asoma a la abundancia del
Las catedrales de Salamanca se reflejan en el río Tormes
Como en los altos alminares donde se habla de Dios, en tus ojos un paraíso de aire, piedra y agua. Bienaventurados los que contemplan en el vientre del río este cielo de oro donde tiembla la vida y todo se asoma a la abundancia del
Árboles floridos nos reciben en caminos de Monforte de la Sierra
Todo entregado al cielo, a ese cielo de nubes tan hermoso, portador de luz nueva. Como nuevo también es el rosáceo de las flores que se abren a lo alto. Flores de ofrecimiento. Flores para que el tiempo se renueve y reinicie de nuevo
Árboles floridos nos reciben en caminos de Monforte de la Sierra
Todo entregado al cielo, a ese cielo de nubes tan hermoso, portador de luz nueva. Como nuevo también es el rosáceo de las flores que se abren a lo alto. Flores de ofrecimiento. Flores para que el tiempo se renueve y reinicie de nuevo
(LA MIRADA).- Después de la nieve, la luz que hace vibrar siempre a la ciudad de Salamanca
Por la ciudad dorada como la tierra, el cielo azul, la fertilidad, la vida, la luz más clara que nace de ella y la dice azul y cada día nueva en tus ojos. La arquitectura que brilla con lucidez después de la nieve. (Jclp)
Al atardecer, Dios se olvidó del mundo mirando esta calle mientras nevaba, adorando su belleza. Entonces se dio cuenta de haber encontrado la certeza del silencio, lo que define la celebración de la vida. (Jclp)
(LA MIRADA).- Después de la nieve, la luz que hace vibrar siempre a la ciudad de Salamanca
Por la ciudad dorada como la tierra, el cielo azul, la fertilidad, la vida, la luz más clara que nace de ella y la dice azul y cada día nueva en tus ojos. La arquitectura que brilla con lucidez después de la nieve. (Jclp)
Al atardecer, Dios se olvidó del mundo mirando esta calle mientras nevaba, adorando su belleza. Entonces se dio cuenta de haber encontrado la certeza del silencio, lo que define la celebración de la vida. (Jclp)
No la de los campos, ni la que riega los cerezos en flor de la Sierra, ni siquiera aquella en la que se cuaja la primavera y su esencia. Tampoco la que sortea la ligereza de un pájaro. Buscas una luz que hay más adentro, la que
No la de los campos, ni la que riega los cerezos en flor de la Sierra, ni siquiera aquella en la que se cuaja la primavera y su esencia. Tampoco la que sortea la ligereza de un pájaro. Buscas una luz que hay más adentro, la que
En la ‘Mirada’ de este Día Mundial de la Poesía, Susana Sánchez avanza hacia la ciudad que ama, Salamanca
Allí donde convergen cielo y montaña llega el silencio con el aire de la tarde. Limpia viene la luz en las horas en que nace la primavera, en calma, en paz. (Jclp)
Del atardecer silencios y el cielo tranquilo, en la Peña de Francia
Allí donde convergen cielo y montaña llega el silencio con el aire de la tarde. Limpia viene la luz en las horas en que nace la primavera, en calma, en paz. (Jclp)
(La mirada).- La primavera envuelve ya a Salamanca
La quietud y el silencio se entregan a la luz en este cosmos. En la cima del monte, se halla el lecho de la antigua villa amurallada, que parece dormitar en un sueño de siglos. Más cerca de nosotros, en lecho colocado por artista
(La Mirada).- El Camino de los Prodigios y, al fondo, Miranda del Castañar
La quietud y el silencio se entregan a la luz en este cosmos. En la cima del monte, se halla el lecho de la antigua villa amurallada, que parece dormitar en un sueño de siglos. Más cerca de nosotros, en lecho colocado por artista
A las puertas de la primavera, decenas de peregrinos llegan a Salamanca en dirección a Santiago
Ya sé que cada mañana tiene su ángulo y su horizonte, que todo es camino y cuanto lo llena. Lo que ha de venir nada es en vano, como el sentimiento del peregrino cuando llega a la ciudad donde las estrellas dan forma a la
A las puertas de la primavera, decenas de peregrinos llegan a Salamanca en dirección a Santiago
Ya sé que cada mañana tiene su ángulo y su horizonte, que todo es camino y cuanto lo llena. Lo que ha de venir nada es en vano, como el sentimiento del peregrino cuando llega a la ciudad donde las estrellas dan forma a la
Después de hacer un valle de almendros en flor, el arquitecto quiso rozar el cielo con sus manos. Y horadó la armonía y trazó el templo, esa ciudad de sueño en la que arde la belleza cada amanecer. Entonces
Después de hacer un valle de almendros en flor, el arquitecto quiso rozar el cielo con sus manos. Y horadó la armonía y trazó el templo, esa ciudad de sueño en la que arde la belleza cada amanecer. Entonces
El fotógrafo Javi Calvo recoge escenas cotidianas de la ciudad
Como un laberinto de sombras vivas, un banquete de miradas, un baile de máscaras, es la calle el escenario de la vida donde se desvanece la intimidad cada día. (Jclp)
El fotógrafo Javi Calvo recoge escenas cotidianas de la ciudad
Como un laberinto de sombras vivas, un banquete de miradas, un baile de máscaras, es la calle el escenario de la vida donde se desvanece la intimidad cada día. (Jclp)
(LA MIRADA).- Ledesma, en blanco y plata, recrea sus monumentos prehistóricos y medievales
A fuerza de aguantar el viento, acunas tus piedras en el Tormes. Sientes que los atardeceres se alargan, que la luz llena el agua de plata, que el aire es limpio, que hasta la paz es mudable. Como la vida cuando mira el curso del río, a las
(LA MIRADA).- Ledesma, en blanco y plata, recrea sus monumentos prehistóricos y medievales
A fuerza de aguantar el viento, acunas tus piedras en el Tormes. Sientes que los atardeceres se alargan, que la luz llena el agua de plata, que el aire es limpio, que hasta la paz es mudable. Como la vida cuando mira el curso del río, a las
Donde brotan los colores antes que el enigma de las espigas, allí donde crece la semilla primera, el alma de ese misterioso salmo de lo que nace tras la siembra, lo pendiente de la luz, el origen mismo de la tierra. La callada
(LA MIRADA).- Una cigüeña sobrevuela el cielo de Traguntía, en la comarca de Vitigudino
Por Manuel Lamas (fotógrafo) y Asunción Escribano, catedrática de Lengua y Literatura y decana de la facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia
Donde brotan los colores antes que el enigma de las espigas, allí donde crece la semilla primera, el alma de ese misterioso salmo de lo que nace tras la siembra, lo pendiente de la luz, el origen mismo de la tierra. La callada
(LA MIRADA).- Una cigüeña sobrevuela el cielo de Traguntía, en la comarca de Vitigudino
Por Manuel Lamas (fotógrafo) y Asunción Escribano, catedrática de Lengua y Literatura y decana de la facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia
El tiempo de las flores en Cepeda de la Sierra, alrededor de la ermita de San Marcos
De la matriz de la tierra, del sueño del invierno, surge esta flor de luz, estas flores que anuncian tiempo nuevo, un nuevo renacer. Las flores, la mujer que las contempla. Todo lo femenino expresado en el cenit de esta luz que procede del
Celes es un emprendedor, una isla, una persona que va a contracorriente con su librería de calle
Como los hombres sabios de Alejandría, sus ojos se iluminan cuando habla de libros, porque cree en ellos, en su redención, en las señales de un tiempo que vive en la palabra, como los pájaros creen en el amanecer.
El tiempo de las flores en Cepeda de la Sierra, alrededor de la ermita de San Marcos
De la matriz de la tierra, del sueño del invierno, surge esta flor de luz, estas flores que anuncian tiempo nuevo, un nuevo renacer. Las flores, la mujer que las contempla. Todo lo femenino expresado en el cenit de esta luz que procede del
Celes es un emprendedor, una isla, una persona que va a contracorriente con su librería de calle
Como los hombres sabios de Alejandría, sus ojos se iluminan cuando habla de libros, porque cree en ellos, en su redención, en las señales de un tiempo que vive en la palabra, como los pájaros creen en el amanecer.
Al sur, la belleza acampa en San Esteban de la Sierra
Hasta donde la vista alcanza, un pueblo ajeno a los que se afanan en esa agónica lucha por sobrevivir en la ciudad; acá, la costumbre de lo que no tiene doblez, la tierra que reparte los pastos por igual, la que congrega la luz viva,
Al sur, la belleza acampa en San Esteban de la Sierra
Hasta donde la vista alcanza, un pueblo ajeno a los que se afanan en esa agónica lucha por sobrevivir en la ciudad; acá, la costumbre de lo que no tiene doblez, la tierra que reparte los pastos por igual, la que congrega la luz viva,
(La mirada).- Entorno monumental al anochecer de Salamanca
¿De dónde viene el agua, dime, que se queda en ti en su reflejo? De dónde, sí, de dónde viene el atardecer, que se transforma a la noche en un sueño de oro. Vienen de otro tiempo para asentar en tu piedra
(La mirada).- Entorno monumental al anochecer de Salamanca
¿De dónde viene el agua, dime, que se queda en ti en su reflejo? De dónde, sí, de dónde viene el atardecer, que se transforma a la noche en un sueño de oro. Vienen de otro tiempo para asentar en tu piedra
Los 'prunos' de Ingenieros traen la primavera a la ciudad
De luz y aire. Limpia, ondulada, breve, sumisa al viento. Oleaje de nata. Inocencia en medio de la ciudad. Así la primavera. Un mar de pétalos con gotitas de sangre. (Jclp)
Los 'prunos' de Ingenieros traen la primavera a la ciudad
De luz y aire. Limpia, ondulada, breve, sumisa al viento. Oleaje de nata. Inocencia en medio de la ciudad. Así la primavera. Un mar de pétalos con gotitas de sangre. (Jclp)
La tarde desde la Ermita de la Virgen de la Peña, en Calvarrasa de Arriba.
Antes de la lluvia, las cosas se alzan al cielo, guardan un secreto equilibrio. La luz atardecida realza la centralidad de la pequeña ermita. Todo se llena de la armonía del silencio bajo este bodegón de nubes. (Jclp)
La tarde desde la Ermita de la Virgen de la Peña, en Calvarrasa de Arriba.
Antes de la lluvia, las cosas se alzan al cielo, guardan un secreto equilibrio. La luz atardecida realza la centralidad de la pequeña ermita. Todo se llena de la armonía del silencio bajo este bodegón de nubes. (Jclp)
La belleza que derrama la luz sobre las cosas es como los ojos de ese niño que descubren el alfabeto secreto de las cosas y leen el mundo en el temblor de una rama, en la serenidad de la nieve o en el destello de un vuelo. (Jclp)
La belleza que derrama la luz sobre las cosas es como los ojos de ese niño que descubren el alfabeto secreto de las cosas y leen el mundo en el temblor de una rama, en la serenidad de la nieve o en el destello de un vuelo. (Jclp)
(la Mirada).- Casa albercana, la belleza intimista del invierno antes del tiempo de las flores
Todo lo impregna el oro cálido de la luz en esta estancia. Santifica las cosas que en la pared se muestran: los cazos menestrales, la farola que alumbra a los difuntos, el cinto o la correa de alguna caballería y el cuadro cuya imagen
(la Mirada).- Casa albercana, la belleza intimista del invierno antes del tiempo de las flores
Todo lo impregna el oro cálido de la luz en esta estancia. Santifica las cosas que en la pared se muestran: los cazos menestrales, la farola que alumbra a los difuntos, el cinto o la correa de alguna caballería y el cuadro cuya imagen
(LA MIRADA).- Un caballo pasta en las faldas de la sierra de Béjar, cerca de Llano Alto
Viniste desnuda para abrazar los árboles ausentes; callada, sin avisar, como suelen llegar los sueños y lo secretos. La mirada busca en el paisaje el misterio profundo del silencio, el sagrado espacio de la memoria. Se respira todo
(LA MIRADA).- Un caballo pasta en las faldas de la sierra de Béjar, cerca de Llano Alto
Viniste desnuda para abrazar los árboles ausentes; callada, sin avisar, como suelen llegar los sueños y lo secretos. La mirada busca en el paisaje el misterio profundo del silencio, el sagrado espacio de la memoria. Se respira todo
(La Mirada).- La Peña de Francia desde Aldehuela de Yeltes
No busques despertar con la nieve entre las manos. Ella nos mira desde lo más alto, a punto de llorar en silencio. Nunca es ajena a las palabras, ni a tus ojos cuando es soñada. (Jclp)
En tu mirada resbala la ternura de un sol cercano a la primavera. Todo se llena de aire rojizo hasta sentir una especie de orfandad, esa nostalgia que sostiene en sus alas los recuerdos al contemplar este hermoso crepúsculo en ?El
(La Mirada).- La Peña de Francia desde Aldehuela de Yeltes
No busques despertar con la nieve entre las manos. Ella nos mira desde lo más alto, a punto de llorar en silencio. Nunca es ajena a las palabras, ni a tus ojos cuando es soñada. (Jclp)
En tu mirada resbala la ternura de un sol cercano a la primavera. Todo se llena de aire rojizo hasta sentir una especie de orfandad, esa nostalgia que sostiene en sus alas los recuerdos al contemplar este hermoso crepúsculo en ?El
Meandro Melero, frontera entre Salamanca y Extremadura
El caudal del Alagón se retuerce y despereza y deambula vigoroso en su cuerpo tatuado con los colores de la primavera, allí donde las Hurdes besan a Salamanca. Como una promesa revelada del cielo en comunión con la tierra. Una
Meandro Melero, frontera entre Salamanca y Extremadura
El caudal del Alagón se retuerce y despereza y deambula vigoroso en su cuerpo tatuado con los colores de la primavera, allí donde las Hurdes besan a Salamanca. Como una promesa revelada del cielo en comunión con la tierra. Una