Las flores de tu memoria
Cada día, los pájaros del alba traen hasta mi ventana un cuenco con las flores de tu memoria como regalo silencioso. (Jclp)
Cada día, los pájaros del alba traen hasta mi ventana un cuenco con las flores de tu memoria como regalo silencioso. (Jclp)
Cada día, los pájaros del alba traen hasta mi ventana un cuenco con las flores de tu memoria como regalo silencioso. (Jclp)
Ante los ojos del niño, que se halla a nuestra espalda, hay una visión paradisíaca, como si la creación estuviera recién inaugurada. Es la mirada pura. Es el momento más puro del mundo. Después
El corazón lo sabe. La tierra que siempre amas, el aire recogido, los caminos que convocan la paz, el tacto que es belleza en las hojas, la pureza del color, otro sueño mayor asomado a la luz. (Jclp)
Ante los ojos del niño, que se halla a nuestra espalda, hay una visión paradisíaca, como si la creación estuviera recién inaugurada. Es la mirada pura. Es el momento más puro del mundo. Después
El corazón lo sabe. La tierra que siempre amas, el aire recogido, los caminos que convocan la paz, el tacto que es belleza en las hojas, la pureza del color, otro sueño mayor asomado a la luz. (Jclp)
Allí, donde el agua habita el olvido de todas las cosas. Allí, donde la paz se hace del silencio en ese río de chopos que tanto callan con las hojas perdidas ya en la serena corriente del tiempo. Todo fluye al lugar verdadero,
Allí, donde el agua habita el olvido de todas las cosas. Allí, donde la paz se hace del silencio en ese río de chopos que tanto callan con las hojas perdidas ya en la serena corriente del tiempo. Todo fluye al lugar verdadero,
Estos días irás de pájaros y cruzarás el olvido y la bruma de la mañana, y sabrás que hay vida en cada historia, una razón para amar la vida en este festín de palabras. Como un andamio de
Estos días irás de pájaros y cruzarás el olvido y la bruma de la mañana, y sabrás que hay vida en cada historia, una razón para amar la vida en este festín de palabras. Como un andamio de
De agua con azúcar, el almíbar; de aire y oro, el trigo; de sol y piedra, tu tiempo; del color de las hojas, te abraza el otoño. Mis ojos y palabras, en tus calles y torres viejas, en cuyo costado gira una bandada de
De agua con azúcar, el almíbar; de aire y oro, el trigo; de sol y piedra, tu tiempo; del color de las hojas, te abraza el otoño. Mis ojos y palabras, en tus calles y torres viejas, en cuyo costado gira una bandada de
Como una promesa revelada del cielo en comunión con la tierra. Agua y puente. Una alianza sagrada con el hombre. Límite del tiempo donde estalla la belleza. No es más que un paraíso, un jardín donde los ojos se
Como una promesa revelada del cielo en comunión con la tierra. Agua y puente. Una alianza sagrada con el hombre. Límite del tiempo donde estalla la belleza. No es más que un paraíso, un jardín donde los ojos se
El río tiene orillas de sueño, el puente brazaletes de plata. En los árboles, el otoño vive su edad temprana. Las hojas cubren el embarcadero, donde un día tocaste un ramo de corazones. (Jclp)
El río tiene orillas de sueño, el puente brazaletes de plata. En los árboles, el otoño vive su edad temprana. Las hojas cubren el embarcadero, donde un día tocaste un ramo de corazones. (Jclp)
Desnuda, en voz baja, sin reclamos, cae humildemente la lluvia. Es el consuelo de la piedra en otoño. (Jclp)
Desnuda, en voz baja, sin reclamos, cae humildemente la lluvia. Es el consuelo de la piedra en otoño. (Jclp)
Cuántas veces, al tener esta luz entre las manos, sientes la alegría del asombro, el vuelo de cientos de ojos alados. Más allá de las hojas, el silencio del aire, el rumor del agua, una lumbre de piedra luminosamente
Cuántas veces, al tener esta luz entre las manos, sientes la alegría del asombro, el vuelo de cientos de ojos alados. Más allá de las hojas, el silencio del aire, el rumor del agua, una lumbre de piedra luminosamente
Como si nada hubiese pasado: las hojas, el agua, el aire de la mañana. Como si nada más fuese importante ya sino el otoño, un cofre lleno de paz. (Jclp)
Como si nada hubiese pasado: las hojas, el agua, el aire de la mañana. Como si nada más fuese importante ya sino el otoño, un cofre lleno de paz. (Jclp)
Todo es hondo cuando contemplas el mundo desde la montaña. Profundo es el vuelo allá en lo alto, como sagrado es el silencio desnudo en el techo de este monte y puro el aire que respiras aquí abajo entre las pisadas vigorosas
Todo es hondo cuando contemplas el mundo desde la montaña. Profundo es el vuelo allá en lo alto, como sagrado es el silencio desnudo en el techo de este monte y puro el aire que respiras aquí abajo entre las pisadas vigorosas
Hermoso es nacer de cada cielo, de cada luz, de cada piedra, en cada otoño. Y escuchar la tierra, más allá de la tarde, donde se siente latir otro reino, la razón para amar la vida. (Jclp)
Hermoso es nacer de cada cielo, de cada luz, de cada piedra, en cada otoño. Y escuchar la tierra, más allá de la tarde, donde se siente latir otro reino, la razón para amar la vida. (Jclp)
Se acabará el mundo pero seguirás tu curso hasta el mar; pasarán las nubes, pero seguiré pronunciando tu nombre de plata verdadera. El agua celebrará la fugacidad del instante mientras un pájaro te dice
Se acabará el mundo pero seguirás tu curso hasta el mar; pasarán las nubes, pero seguiré pronunciando tu nombre de plata verdadera. El agua celebrará la fugacidad del instante mientras un pájaro te dice
Las recoletas plazas de Salamanca remansan las calles que se reposan en su bancada de granito, hierro y tiempo que pule las losas y hace crecer los árboles que precisan de tiempo y de memoria. La memoria de una fuente machadiana que fluye
Las recoletas plazas de Salamanca remansan las calles que se reposan en su bancada de granito, hierro y tiempo que pule las losas y hace crecer los árboles que precisan de tiempo y de memoria. La memoria de una fuente machadiana que fluye
Charo Alonso y José Amador MartínEs ancho tu tiempo. Como el agua que pasa o las piedras que sueñan existir y se alzan en catedral hacia el cielo. Y abrirás las puertas y entraremos en tu casa llena de luz con los pájaros del alba. Y una vez dentro de tu
Es ancho tu tiempo. Como el agua que pasa o las piedras que sueñan existir y se alzan en catedral hacia el cielo. Y abrirás las puertas y entraremos en tu casa llena de luz con los pájaros del alba. Y una vez dentro de tu
Por encima del vuelo de los pájaros el cielo se desmorona para renacer al momento. De ahí cae el agua de la tierra, la alegría azul más alta, el fruto que vive en las raíces, que luego la fuente eleva con
Por encima del vuelo de los pájaros el cielo se desmorona para renacer al momento. De ahí cae el agua de la tierra, la alegría azul más alta, el fruto que vive en las raíces, que luego la fuente eleva con
Una tarde de otoño. Un abrazo que se ata a la esperanza y se hace amor formando parte del lánguido paisaje. Cosidas a la hierba, las hojas nos descubren, al fondo, a un ángel dorado de piedra como testigo silencioso de ese
Una tarde de otoño. Un abrazo que se ata a la esperanza y se hace amor formando parte del lánguido paisaje. Cosidas a la hierba, las hojas nos descubren, al fondo, a un ángel dorado de piedra como testigo silencioso de ese
Hay una melodía en esta puerta vieja, tatuada por el tiempo, con la hermosa sucesión de las tres boca-llaves, que nos habla del adentro y del afuera, de lo exterior y del recogimiento, de lo público y de lo íntimo. Es
Hay una melodía en esta puerta vieja, tatuada por el tiempo, con la hermosa sucesión de las tres boca-llaves, que nos habla del adentro y del afuera, de lo exterior y del recogimiento, de lo público y de lo íntimo. Es
Ahora he de callar y escuchar las hojas del nuevo tiempo. Porque llevan en su entraña lo que está sujeto al otoño para purificar las cosas de quien las contempla con nueva y limpia mirada. (Jclp)
Ahora he de callar y escuchar las hojas del nuevo tiempo. Porque llevan en su entraña lo que está sujeto al otoño para purificar las cosas de quien las contempla con nueva y limpia mirada. (Jclp)
Cada valle tiene su sonido y su silencio, su propio sueño, su lluvia y su otoño, su mar de hojas, las uvas del vino. Allí, al amanecer del rocío, las arañas preparan su tela y los pájaros su vuelo. Luego,
Cada valle tiene su sonido y su silencio, su propio sueño, su lluvia y su otoño, su mar de hojas, las uvas del vino. Allí, al amanecer del rocío, las arañas preparan su tela y los pájaros su vuelo. Luego,
Caía despacio la noche. El silencio, inagotable, ya no está quieto, como si la luz se alargara o el desamparo de la vieja estación cobrara vida. Al anochecer el cielo pesa, igual que los días cuando acaban. Por fin se
Caía despacio la noche. El silencio, inagotable, ya no está quieto, como si la luz se alargara o el desamparo de la vieja estación cobrara vida. Al anochecer el cielo pesa, igual que los días cuando acaban. Por fin se
Está ahí siempre quieta, a la intemperie. Ella cuida del tiempo y de los ojos que la miran. Se entrega hasta dar el fruto. Vela por la tierra, el lugar esencial. (Jclp)
Está ahí siempre quieta, a la intemperie. Ella cuida del tiempo y de los ojos que la miran. Se entrega hasta dar el fruto. Vela por la tierra, el lugar esencial. (Jclp)
Hay un eco sordo en las calles de Salamanca. Es la persistencia de la memoria. A despecho de las aceras llenas, del clamor de las ruedas, de la música cotidiana, el silencio de las ruinas, susurrado, tiene la cualidad de una caricia. Una
Hay un eco sordo en las calles de Salamanca. Es la persistencia de la memoria. A despecho de las aceras llenas, del clamor de las ruedas, de la música cotidiana, el silencio de las ruinas, susurrado, tiene la cualidad de una caricia. Una
Charo Alonso y José Amador MartínCiudad que desciendes de las alas de la luz y la piedra, del aire, del silencio, dime en qué cofre escondes la esperanza o si tiene su blanca morada en cada pecho que la habita. (Jclp)
Ciudad que desciendes de las alas de la luz y la piedra, del aire, del silencio, dime en qué cofre escondes la esperanza o si tiene su blanca morada en cada pecho que la habita. (Jclp)
Como cuando eras niña y mirabas lo que hacían tus padres en lo cotidiano, el universo de lo bueno, vas con el murmullo de la alegría abriéndote camino hacia las sendas de la Sierra de Gata, tu bóveda más
Como cuando eras niña y mirabas lo que hacían tus padres en lo cotidiano, el universo de lo bueno, vas con el murmullo de la alegría abriéndote camino hacia las sendas de la Sierra de Gata, tu bóveda más
Hay una luz crepuscular que irradia por el espacio todo; una luz otoñal, que invita a recogerse en las estancias de la noche. Y una mano femenina empuña la esquila para iniciar los toques por los muertos, por los difuntos a quienes
Hay una luz crepuscular que irradia por el espacio todo; una luz otoñal, que invita a recogerse en las estancias de la noche. Y una mano femenina empuña la esquila para iniciar los toques por los muertos, por los difuntos a quienes
¿De dónde viene esta alegría azul del agua, este cristal al que se asoma en calma el sol de otoño? ¿De la serenidad en la alta luz? ¿O del silencio, tal vez? (Jclp)
¿De dónde viene esta alegría azul del agua, este cristal al que se asoma en calma el sol de otoño? ¿De la serenidad en la alta luz? ¿O del silencio, tal vez? (Jclp)