Esta gloria del mundo no pasará nunca
Cuando me lavaba la cara antes de salir al lugar donde redactaré la columna, pensaba en el verso de Quevedo, “polvo serán, mas polvo enamorado”. Decía en mi interior, cuánta razón tenía. Por
Cuando me lavaba la cara antes de salir al lugar donde redactaré la columna, pensaba en el verso de Quevedo, “polvo serán, mas polvo enamorado”. Decía en mi interior, cuánta razón tenía. Por
Hablando de Yourcenar, por ejemplo, podría referir una impresión del volumen Opus nigrum, con una ciencia médica aplicada a un concepto de salud distinto al concepto actual, enmarcado en la filosofía y la mística
Esas personas, constantes en su presencia sabatina, a quienes llevamos impresas no solo en las pupilas del alma, sino también en las niñas de los ojos del rostro, esas personas, en ocasiones, se convierten en las autoras de nuestro
Ese vacío del sentido (la columna no leída) nada más ha sido vislumbrado por los editores del periódico y por dos personas más, que viven en un país distinto, que nutren constantemente de