Género y especie
Hoy no digo humanidad, ni busco construir un aparato literario para dar cuenta de ella; en cambio, digo niña, niño, mujer, hombre, y luego veo a la humanidad.
Hoy no digo humanidad, ni busco construir un aparato literario para dar cuenta de ella; en cambio, digo niña, niño, mujer, hombre, y luego veo a la humanidad.
Entre esas calles, en un espacio relativamente abierto, escuché el soplo del viento en el bambú. Pensé en el Labirinto della Masone, Parma.
La carta la usaría no para conseguir nada nuevo, no para ascender el escalafón de la vida académica o laboral, no para ningún beneficio personal. La carta, en otro sentido, la compondría para dar testimonio del
En cuanto a María Zambrano, autora de libros que solo hemos mirado por encima, me parece recordar que José Ortega y Gasset, sin metáforas, en efecto se quitó el sombrero.
Concertará el orden de su vida en el área reducida de la gratitud, que le permitirá llegar a la noche y saber que ha cumplido.