Nevenka y los silencios
Si los nombres de la indignidad no merecen pronunciarse, justo enfrente, en el territorio del respeto, de la verdad y de la talla moral, hay un nombre de mujer, madre de una víctima mortal el 11 de marzo de 2004, víctima ella misma en
“La falsa consciencia, inseparable del fascismo, y el fascismo mismo aparecen así susceptibles del mismo análisis que la esquizofrenia ¿Es simple analogía?; ¿o se trata efectivamente de una homología?