Después de su marcha en el año 2012 La Asociación Humanitaria regresa para instalarse en la Calle Santa Clara
La Asociación Humanitaria de Bomberos Voluntarios de Ciudad Rodrigo ha inaugurado esta mañana una nueva etapa con su regreso a la antigua sede de la calle Santa Clara, un espacio que abandonaron en 2012 tras su traslado a las instalaciones construidas por la Diputación de Salamanca en la calle Voladero. El Ayuntamiento ha decidido cederles nuevamente este inmueble, que en otro tiempo albergó su actividad y que ahora recuperan tras un periodo marcado por la incertidumbre derivada del contencioso administrativo entre la Diputación Provincial y la Plataforma de Bomberos Profesionales de Castilla y León. Aquel litigio precipitó la finalización del convenio que los bomberos voluntarios mantenían desde hace años con la institución provincial.
La ruptura del acuerdo obligó a la Asociación Humanitaria a abandonar el nuevo parque el 12 de junio de 2023 trasladando vehículos, equipos y material operativo. Desde entonces, el colectivo había quedado sin un espacio propio en el que centralizar su actividad, una situación que dificultaba no solo la organización interna, sino también la continuidad de mantenimiento de vehículos o actividades propias.
A primera hora de esta mañana, varios responsables del cuerpo acudieron a la sede de Santa Clara para iniciar las labores de limpieza y acondicionamiento. El propósito es devolver cuanto antes la plena funcionalidad al edificio, habilitando el espacio necesario para los vehículos de intervención y para el mantenimiento cotidiano del material.
Durante los años en que los bomberos voluntarios no ocuparon la sede, el edificio tuvo usos provisionales: una parte fue destinada a dependencias de la Policía Local y otra funcionó como almacén municipal para el servicio de Parques y Jardines.
La sede recuperada consta de dos pequeños locales en la planta baja y un espacio adicional en la planta superior. La prioridad inmediata es acondicionar la planta baja para garantizar el estacionamiento de los vehículos de emergencia y asegurar la operatividad del cuerpo ante cualquier eventualidad requerida de forma excepcional.
La entrega "oficial" de las instalaciones se realizó esta mañana en un acto sencillo en el que estuvo presente el jefe de la Policía Local, encargado de facilitar la transición y entregar las llaves a los responsables de la asociación. Desde el Ayuntamiento se subraya que este gesto simboliza el respaldo institucional a la labor silenciosa pero imprescindible de los bomberos voluntarios.
Más allá de las urgencias operativas en las que pudieran ser necesarios los servicios de estos voluntarios, el cuerpo alberga un proyecto de mayor alcance simbólico: la creación de un museo dedicado a preservar y divulgar la historia del servicio de Bomberos Voluntarios en Ciudad Rodrigo. Un espacio concebido no solo como memoria, sino como reconocimiento a generaciones de vecinos que, de manera desinteresada, han velado por la seguridad de la comunidad.
Con las primeras tareas de limpieza y adecuación, los Bomberos Voluntarios de Ciudad Rodrigo recuperan un lugar propio y, con él, una parte esencial de su identidad. Este retorno no solo recuerda su capacidad de respuesta ante emergencias, sino que abre una etapa orientada a consolidar su futuro y preservar su legado histórico.