“Las Delicias”: un nuevo punto de encuentro en Casillas de Flores gracias al Plan de Ayudas de la Diputación de Salamanca
El Ayuntamiento local ha invertido de fondos propios más de 40.000 euros para rehabilitar el local de propiedad pública
Casillas de Flores vuelve a contar con un lugar donde reunirse, conversar y compartir el pulso de la vida cotidiana. El nuevo bar “Las Delicias” abre sus puertas gracias al Plan de Ayudas de la Diputación de Salamanca, un programa destinado a recuperar espacios de encuentro en el medio rural y combatir la soledad no deseada.
El proyecto se ha hecho realidad gracias al impulso conjunto de la institución provincial y del Ayuntamiento de Casillas de Flores, que ha invertido más de 40.000 euros de fondos propios en la rehabilitación del local, de titularidad municipal. A esta cifra se suman los 18.000 euros aportados por la Diputación, que han permitido culminar una reforma integral para devolver al edificio su antigua vitalidad.
El espacio, que en otros tiempos fue bar y más tarde Centro Social para Mayores, había quedado en desuso. Hoy renace con un aire renovado y la esperanza de convertirse de nuevo en el corazón social del municipio.
El nuevo establecimiento está regentado por José Antonio Piedrabuena, natural de Ciudad Real y afincado en la comarca desde hace unos años. Llegó atraído por el trabajo y el amor, y ahora, tras su experiencia en la hostelería en Fuenteguinaldo, ha decidido emprender en Casillas de Flores. Con un alquiler simbólico de 50 euros mensuales, más los gastos de luz, agua y las cuotas de autónomo, Piedrabuena confía en que el negocio pueda ser sostenible en una localidad que llevaba tiempo sin contar con un bar abierto todo el año.
“El local llevaba años cerrado y suponía una carencia importante para el pueblo”, explica el alcalde, José Eloy Alfonso. “Con esta inversión —más de 40.000 euros del Ayuntamiento y 18.000 de la Diputación— conseguimos no solo recuperar un espacio, sino también ofrecer un lugar donde poder vernos, especialmente en invierno. Esperamos que los vecinos lo utilicen y que sea rentable para quien ha apostado por quedarse en Casillas de Flores”.
Con esta iniciativa, el municipio no solo recupera un servicio esencial, sino también un símbolo: el bar como refugio social, espacio de encuentro intergeneracional y testigo de la vida rural que, gracias a la colaboración institucional, vuelve a encender su luz en el corazón del pueblo.
