Rápido y limpio Encierro a Caballo en Casillas de Flores

Casillas de Flores continúa inmersa en la intensidad de sus fiestas estivales, que este fin de semana alcanzaron uno de sus momentos más esperados: el tradicional Encierro a Caballo. La cita, celebrada el sábado, volvió a congregar a miles de aficionados procedentes de tierras extremeñas, de la vecina Raya portuguesa y, por supuesto, de toda la comarca mirobrigense, que cada año acuden fieles a esta cita con la tradición.

Como manda la costumbre, no faltó el puesto de patatas meneás con tocino, preparadas con esmero por el casillano Felipe Antúnez. Una propuesta gastronómica sencilla y entrañable que se convierte en gesto solidario, pues la recaudación voluntaria de los comensales se destina íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer. El plato, acompañado de un trago generoso de vino de la tierra, fue, un año más, parte inseparable de la celebración.

Con una demora de apenas media hora sobre el horario previsto, hicieron su entrada los caballistas guiando a dos novillos de la ganadería de Fernando Sánchez Arjona, junto a varias vaquillas del hierro de El Madroñal. La organización corrió a cargo de la empresa IntegraPayo. El encierro se desarrolló con brillantez: rápido, limpio y siempre bien agrupado, fruto de la destreza de los jinetes que lograron mantener la manada bajo control durante todo el recorrido.

Mientras tanto, la charanga Al Rojo puso música y alegría a la espera, prolongando después la animación tras el encierro. El intenso calor de la tarde invitó a muchos a refugiarse en la sombra de las calles del pueblo, aguardando con calma las siguientes propuestas del programa.

La jornada prosiguió con distintas actividades taurinas protagonizadas por los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, quienes mostraron su esfuerzo y aprendizaje ante un público entregado. que también pudo participar en la capea tradiconal con las vaquillas del encierro. Finalmente, la noche encontró su desenlace festivo en el parque de Cantarranas, donde una discoteca móvil hizo bailar, hasta bien entrada la madrugada, a jóvenes y veteranos, unidos en la celebración compartida de las fiestas de su pueblo.