Una vaca rezagada alarga unos minutos el correcto y limpio encierro a caballo de Robleda
El resto de la manada alcanzó la plaza de toros en escasos minutos
En la calurosísima mañana del sábado Robleda dio arranque a las actividades taurinas de las fiestas en honor a San Juan que viene celebrando desde el martes, jornada en la que apareció el patrón en el calendario, aunque el bloque principal se abrió en la tarde del viernes, con el izado del pino, que dio paso a una animada verbena en la Plaza Mayor con la discoteca móvil Vibrass.
Este punto de partida de las actividades taurinas fue el encierro a caballo de las fiestas, a cuyo recorrido (se volvió a llegar al núcleo urbano de Robleda por la carretera de El Sahúgo, entrando enseguida en la plaza de toros) se fueron acercando en la media hora previa numerosos vecinos y forasteros de todas las edades, muchos de ellos equipados con gorras y botellas de agua.
El encierro fue bastante puntual (el cohete anunciador se lanzó cuando apenas pasaban cinco minutos del horario previsto), tardando poco en alcanzar la plaza de toros una amplia manada compuesta por todas las vacas salvo una y los bueyes, que fue conducida por un grupo de cuatro caballistas.
Una vez dejaron a la manada en la plaza, esos caballistas deshicieron el camino en busca de la última vaca, que se había quedado rezagada y que acabó alcanzando el núcleo urbano con la compañía de todos los caballistas tras unos minutos de espera, todo ello con corrección y limpieza. Una vez encerrada, todos los que estaban repartidos por el recorrido se fueron acercando hacia la zona de la plaza de toros, donde intentaron buscar la sombra.
En el momento de publicarse esta información, en el tramo inicial de la tarde del sábado, está a punto de comenzar un parque infantil para los niños en el frontón municipal. Avanzada la tarde, a las 19.00 horas, será turno para la primera capea tradicional entre la Plaza del Olivo y la Plaza del Caño, contando Robleda para animar la velada sabatina con la Orquesta La Búsqueda.
