Momentos de tensión en el encierro de mansos por la masiva afluencia de corredores
El encierro comenzó con cerca de diez minutos de retraso por la suciedad acumulada en la calle Madrid
Finalizado el Campanazo, la mayor parte del público congregado en la Plaza Mayor se fue a coger sitio para presenciar, o incluso para correr, el clásico encierro de mansos, en el cual se enseña a los bueyes el recorrido que se empleará durante los desencierros carnavaleros (es decir, desde los Toriles de San Pelayo a la Plaza Mayor).
La parada de bueyes del Carnaval vuelve a pertenecer a la ganadería de Luis Cebrián, saliendo de los Toriles de San Pelayo con cerca de diez minutos más tarde de lo previsto, que fue el tiempo adicional que se tardó en retirar toda la suciedad que había quedado del Campanazo en la calle Madrid y en la Plaza Mayor, y que evidentemente entrañaba un riesgo para los corredores (al tratarse en su mayoría de botellas).
Salvo por esa incidencia, el encierro fue rápido y limpio, viviéndose únicamente algunos momentos de tensión en la entrada a la Plaza Mayor, por la acumulación de corredores. Tras unos minutos en el ágora, parte de los bueyes fueron recogidos en los toriles de la Plaza para la capea nocturna, mientras que el resto bajó de nuevo hacia los Toriles de San Pelayo, dándose el evento por finalizado a las 19.25 horas.
Según la información difundida por Cruz Roja, sus efectivos no tuvieron que realizar ninguna intervención al hilo de este encierro, que fue seguido masivamente.