Los alumnos de la Escuela de Música cocinan un variado menú de ritmos para animar la tarde
Protagonizaron el habitual pasacalles, además de una actuación en plena Plaza Mayor
El ‘segundo plato’ de la tarde del Jueves de Casetas en Ciudad Rodrigo corrió a cargo de la Escuela Municipal de Música Juan Esquivel de Barahona, cuyos alumnos se transformaron en ‘cocineros musicales’ para ofrecer por las calles mirobrigenses un menú repleto de ritmo. En esta ocasión, este ‘menú’ de la Escuela fue doble.
Por un lado, sobre la arena de la Plaza Mayor estuvieron cantando y tocando los integrantes de la Agrupación de Música Moderna de la Escuela, bajo la dirección de su profesor Sergio Caballer, empleando todos los instrumentos habituales, siendo observados por la ingente cantidad de público que iba poco a poco llenando los tablaos.
Por otro lado, coincidiendo más o menos con el arranque de la actuación de esa Agrupación, se puso en marcha a las puertas de la Escuela de Música el clásico pasacalles, en el cual el resto de los alumnos fueron ataviados de cocineros musicales, mientras iban tocando con botellas de agua. El pasacalles transcurrió por las avenidas de Sefarad y Yurramendi, y las calles Cáceres y Madrid, para alcanzar la arena de la Plaza Mayor.
Una vez allí, estos alumnos que habían ido en pasacalles bailaron las canciones que fue cantando y tocando la Agrupación de Música Moderna, en la que hubo de todo, como A quién le importa, Highway to hell, o canciones puramente carnavaleras como Forastero o La Campana Gorda, recibiendo numerosos aplausos por parte de todos los presentes.