Firmado el acuerdo de cesión por hasta 75 años del Palacio de Cartago
El histórico inmueble se convertirá en una ‘puerta de entrada’ a Siega Verde
El Obispado de Ciudad Rodrigo y el Ayuntamiento mirobrigense formalizaron en la mañana del lunes por escrito la cesión por parte de la primera entidad a la segunda (por un período de 50 años prorrogables por otros 25) de la histórica Casa Palacio de la Marquesa de Cartago, ubicada en la Plazuela de San Salvador, en las inmediaciones del Palacio Episcopal.
Como ya hemos publicado en varias ocasiones, el Ayuntamiento se ‘ha fijado’ en este Palacio cerrado al público para que se convierta en la ‘puerta de entrada’ al Yacimiento de Siega Verde que se quiere crear en Ciudad Rodrigo aprovechando el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino concedido al Consistorio mirobrigense. Además de Siega Verde, en el renovado Palacio habrá espacio para otro tipo de exposiciones temporales o permanentes.
Para proceder a su transformación, el Palacio de Cartago va a ser objeto de una inversión de 860.000€ destinados tanto “al conteniente como al contenido”, en palabras del alcalde Marcos Iglesias, quién agradeció el “acto de generosidad” de la Diócesis, cuyo Obispo José Luis Retana resaltó que “la buena y cercana relación entre el Obispado y el Ayuntamiento ayuda a proyectos como éste, y a que el pueblo salga beneficiado”.
Marcos Iglesias considera que se trata de un “sitio idóneo”, al lado del Palacio Episcopal y de la Catedral, para destinarlo a este fin de ser “una explicación de la zona y de Siega Verde”. El Obispo José Luis Retana y el alcalde Marcos Iglesias firmaron uno por uno todos los folios del acuerdo (fotos incluidas), así como el canciller-secretario general de la Diócesis, Prudencio Manchado, y el secretario del Consistorio mirobrigense, Carlos Hernández.
Mientras esas segundas firmas de la documentación se producían, los miembros del Equipo de Gobierno asistentes al acto, acompañados por Manuel Domínguez, económico de la Diócesis, hicieron un recorrido por la planta alta del Palacio, que funcionó en su día como casa, conservándose todavía todos los elementos ‘de las paredes’ (no así los muebles que debió haber). Asimismo, también bajaron a la antigua bodega del inmueble.