Los astados de Orive brindan muchísimo juego en una capea ‘por eliminación’ y con algo de bronca
El desencierro matinal sólo contó con 2 toros, tras partirse otros dos sendos cuernos en la Plaza Mayor
La jornada taurina del Lunes continuó tras el encierro con la primera capea del día en la Plaza Mayor, que fue muy enrevesada, ya que los dos primeros toros de Orive en salir al coso se partieron sendos cuernos al impactar contra las barreras del ágora (entre otras cosas por ser citados desde las mismas). Esa doble rotura fue una verdadera lástima, ya que ambos toros estaban brindando hasta el momento de producirse mucho juego, estando encantados los recortadores con los mismos.
Como las roturas de los cuernos se produjeron estando todavía los recortadores en liza, cuando salió el tercer toro de la mañana éstos apenas se lucieron unos instantes antes de entrar en liza una legión de capas, que incluso se llegaron a enfrentar ligeramente por los turnos de entrada en acción, al igual que había ocurrido previamente entre los recortadores (igualmente por los turnos), y entre recortadores y maletillas (ya que éstos querían tener mayor presencia tras lo ocurrido con los dos primeros toros).
El tercer astado dio de nuevo juego tanto a recortadores como a maletillas, así como el cuarto, al cual un recortador llegó a saltarlo. Por cierto, que con este toro hubo un pique más destacado entre un maletilla y varios recortadores (debe venir de antiguo), que ‘no le dejaron’ ponerse delante del toro. Esta capea ‘por eliminación’ dio paso a un desencierro con solo dos toros, que dieron un poco de guerra: al poco de salir de la Plaza, volvieron a la misma, y posteriormente, fueron bajando lentamente hasta los toriles de San Pelayo, llegando incluso a cornearse y chocar entre ellos en el Registro y en la Ronda de San Pelayo. El desencierro se dio por concluido a las 13.44 horas.
Según explicó el presidente de la Comisión Taurina, Ramón Sastre, a Ciudad Rodrigo Al Día, estaba previsto que uno de estos dos toros fuera llevado de nuevo a los corrales de la Plaza para intervenir también en la capea y el desencierro de la tarde del Lunes (ya que sino sólo habría dos toros).