AEDA se da a conocer en la Feria desmontando mitos y prejuicios en torno a la narración oral

La larga jornada de jueves de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo 2023 se abrió con una de las actividades reservadas a los profesionales acreditados, que por tercer año consecutivo se han decidido programar en la primera franja de la mañana (antes de iniciarse los espectáculos) en el edificio de la calle Velayos del Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa, aunque en este caso en su patio en vez de en el salón de actos.

Esta primera actividad para acreditados corrió a cargo de Elia Tralará, Cristina Temprano y Carmen Ibarlucea, tres profesionales de la narración oral en nuestro país (“hemos hecho de narrar nuestra forma de vida”), que dieron a conocer en la Feria la Asociación de Profesionales de la Narración Oral en España (AEDA), al mismo tiempo que desmontaban mitos y prejuicios en torno a su disciplina, partiendo de la definición de que una persona que narra es “una persona ante un público emocionado”, al que mira “a los ojos, sin 4ª pared”.

En lo que respecta a la Asociación en sí, está integrada por unos 50 socios que literalmente “vivimos del cuento”, aunque a la hora de la verdad habría unos 300-400 narradores en toda España. Además de difundir su propio trabajo, AEDA tiene como ejes la formación (con una Escuela de Verano propia) y la reivindicación de las demandas del sector, como que la narración oral tenga su hueco en las Artes Escénicas, ejemplificado en solicitar al INAEM que incluya la categoría de ‘Narración Oral’ entre las disciplinas escénicas.

Como apuntaron Elia Tralará, Cristina Temprano y Carmen Ibarlucea, “todo el mundo cuenta”, siendo cuando hay “una vocación escénica” cuando realmente la narración es “una disciplina escénica más”, que tiene como principal diferencia respecto al monólogo teatral que en éste se interpreta un personaje, mientras que en su caso “narramos siendo nosotras mismas”. De hecho, no siguen un texto totalmente predefinido que van soltando, sino que tienen en mente como un storyboard que van desplegando, según explicaron.

En la presentación de la mañana del jueves quisieron acabar con el mito de que “los cuentos son sólo para niños”, recordando que durante siglos y siglos ha habido narradores, y aunque hayan desaparecido las fórmulas tradicionales (como los juglares medievales), ha ido surgiendo “un interés por la palabra contada”, tomando forma el ‘contar para adultos’ en la década de los 90. Por otro lado, remarcaron que no son actores y actrices (aunque algunas lo hayan sido o lo compatibilicen), sino que son “narradoras”, además con un gran “crisol de orígenes”.

Las integrantes de AEDA también expusieron que “no hay dos formas de contar iguales”, porque depende “de la persona que lo está contando”, siendo así “la diversidad” la “norma” en la narración oral. De igual modo, incidieron en que “no hay sociedad en todo el planeta que no cuente historias”, y en cada una de ellas, se cuentan de una forma diferente o hay un punto de atención distinto. Asimismo, en la actualidad existe “un movimiento general de nuevas generaciones de narradores”.

En su intervención, lamentaron que “son pocos” los socios de AEDA que han tomado parte en ferias o en circuitos escénicos, pese a que su caché es relativamente asequible (“con poco logramos mucho, en la calle o en sala”). Como ejemplo de certamen dedicado a la narración, Cristina Temprano explicó cómo es el Festival Palabras al vuelo que ella dirige en la isla de Lanzarote desde hace una década, “consolidándose como propuesta escénica del siglo XXI”.

Las protagonistas de la sesión recalcaron que “aunque somos un arte antiguo, somos un arte muy vivo”. Finalizada su intervención, hubo un pequeño tiempo de tertulia con los asistentes a la presentación, entre los que estuvieron las ediles del Ayuntamiento Paola Martín Muñoz y Ana María Castaño, así como Soco Uribe, responsable de la Casa de la Cultura y el Teatro Nuevo Fernando Arrabal.