Renace la Ruta de los Malditos manteniendo su tremendo éxito

Las animadas y concurridas calles del centro histórico mirobrigense vivieron en la noche del viernes el renacimiento de una de las actividades de mayor éxito de los últimos años en Ciudad Rodrigo, la Ruta de los Malditos, que de forma insólita (como si la ciudad pudiera permitirse estos ‘lujos’) había caído ‘en desgracia’, provocando incluso que la troupé maldita hiciese las maletas rumbo a Béjar, donde con un formato inspirado en la ciudad textil cosecharon un nuevo éxito el pasado verano.

Este renacimiento de la Ruta de los Malditos ha sido iniciativa de sus propios promotores, que programaron una sesión de pago y con aforo limitado a 80 personas (por cuestiones de seguridad), quedándose mucha gente sin poder conseguir entrada, lo que ha hecho pensar a la troupé maldita en volver a llevar a cabo la Ruta de vez en cuando, aprovechando especialmente fechas potentes del calendario.

Entre los asistentes a la cita del viernes hubo muchos ‘debutantes’ (entre ellos unos cuantos foráneos) pero también unos cuantos seguidores acérrimos de la Ruta. Estos fieles (entre ellos varios niños) se encontraron una sesión en la que se entremezclaron leyendas, historias y emplazamientos de las rutas que se hicieron en el pasado, junto con algunas novedades espaciales, y también varias sorpresas, todo ello de la mano de Sergio Olvidado como narrador y guía, Popy Vegas como actriz principal, y Fran Encinas como actor recurrente.

Entre las novedades estuvo que, evocando el pasado judío de la ciudad, una de las espectadoras cargó con el sambenito desde la mitad de la ruta hacia adelante. Aunque algunas historias sean las habituales, la interacción con el público por ejemplo en las escenas desarrolladas en la Plazuela de San Salvador o la Plaza Mayor generó nuevas carcajadas, provocándose asimismo nuevos sustos, como con la aparición de Filomena Curto tocando la campana. La Ruta duró hora y media, comenzando en la Plazuela de Herrasti y concluyendo en la Plazuela del Conde.