La Dolorosa abre las procesiones de Semana Santa con un acompañamiento musical reducido

Ciudad Rodrigo vivió en la jornada del viernes la primera procesión de su Semana Santa 2023, que ya se va a poder desarrollar con total normalidad después de que el año pasado la mascarilla fuera todavía la compañera de las cofradías mirobrigenses en su procesionar por las calles. Como es tradición, este primer desfile fue la procesión de La Dolorosa de la Cofradía de Jesús Nazareno, que en esta ocasión escogió como punto de partida las instalaciones de Torroba con las que cuentan las Hermanas Teresianas en la Avenida Conde de Foxá.

Debido a las características del lugar, se puede considerar que la procesión tuvo ‘dos inicios’: uno dentro del propio recinto de Torroba en el que los costaleros empezaron a cargar la imagen de la Virgen Dolorosa (a las 20.31 horas), seguido por escasas personas, y otro cuando la imagen salió a la confluencia de la Avenida Conde de Foxá con la calle Cardenal Tavera (a las 20.39 horas), donde había bastantes personas congregadas en una tarde totalmente despejada, bajando la temperatura según fue anocheciendo.

El público reunido en la salida fue el primero en apreciar el reducido acompañamiento musical que tuvo La Dolorosa: después de que los miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía decidiesen abandonarla, quedándose de este modo la Cofradía de momento sin Banda (la intención es recuperarla en años venideros), se ha optado por contar con tres músicos de percusión, que fueron tocando tres tambores en los momentos en que la Virgen estaba en marcha.

Esos músicos fueron cerrando el corazón de la comitiva procesional, encabezado por la imagen de La Dolorosa, que fue seguida por el capellán de la Cofradía, Manuel Peláez, varias fieles con velas, y representantes de todas las cofradías de la Semana Santa Mirobrigense excepto de la Santa Cruz. El conjunto de la comitiva fue liderado por una gran banderola de la Cofradía, cerrándose con varias banderas más.

Tras salir de Torroba, la procesión cogió la calle Cardenal Tavera, siguió por la calle Laguna, giró hacia la calle Santa Clara en dirección a la Glorieta del Árbol Gordo (donde había bastantes mirobrigenses), para coger la subida del Registro. El paso por el Registro -sin la iluminación artística encendida- dio paso a la bóveda de la Puerta del Conde, de la que los cofrades (en las filas hubo apenas 50) salieron hacia las calles Campofrío y Muralla, todo ello controlado por agentes de la Policía Local.

Tomando la Rúa del Sol, se llegó a la Plaza Mayor, donde la Virgen Dolorosa se dio la vuelta respecto a la dirección que traía para escuchar de frente la intervención que hizo desde la balconada de la Casa Consistorial su capellán, Manuel Peláez (el antes y el después fue narrado por el sacerdote Fernando Dias-Bailón). Una vez la Virgen retomó la dirección que traía, salió de la Plaza Mayor por Cardenal Pacheco en dirección a la Catedral de Santa María, donde acabó entrando a las 22.19 horas, momento en que cantó la Salve para dar por finalizado el desfile procesional.