"El parón nos dejó un poco marcados y tenemos las mismas ganas e ilusión que el año pasado de demostrar nuestra fe al público"

Ganas e ilusión, pero “con muchos nervios de que lleguen estos días especiales para nosotros, el Jueves Santo y el Sábado Santo”. Antes tienen otros actos, pero los más significativos para la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz arrancan, explica su presidente, Manuel González, el Viernes de Dolores, “con nuestro traslado del Santísimo Cristo de la Liberación desde el cementerio hasta el Palacio de Fonseca; allí lo dejamos hasta que salga el Sábado Santo en su marcha penitencial”. El lunes, añade, celebran sus Siete Palabras en San Juan de Sahagún, donde este año va a participar el Obispo de Salamanca.

La mañana del Jueves Santo, antes de su procesión, la conocida como la del Arrabal, los hermanos y hermanas celebran un desayuno de chocolate con churros en la iglesia para “empezar a ‘calentar motores’ para la tarde hasta que llegue la hora, que no nos llueva y sacar las imágenes a las que tenemos devoción: El Cristo del Amor y la Paz y María Nuestra Madre”. Una procesión que tiene una de las imágenes más emblemáticas de la Semana Santa salmantina, como es su cruce por el Puente Romano. Sin embargo, Manuel González destaca como momento principal el que se celebra en la plaza de Anaya, donde tras su entrada en la Catedral, desde el atrio realizan su Oración por la Paz, que este año también estará presidida por el obispo.

Poco tiempo para descansar de este primer desfile procesional, porque ya al día siguiente, tienen que preparar la salida con su otra imagen desde el Palacio de Fonseca, el Santísimo Cristo de la Liberación, a las doce y media de la madrugada del sábado. Un recorrido sin cambios, señala González, que recuerda los problemas que hubo el año pasado, “malos entendidos con otra cofradía, nos cruzamos y nosotros nos tuvimos que desviar por otro camino, pero este año ya está hablado y se ha llegado a un acuerdo para no mezclarnos y cada uno seguir con nuestra marcha penitencial”.

A la salida de Fonseca realizan la Oración del Silencio y posteriormente frente a la Catedral Vieja, la oración “por todos los difuntos de Salamanca y especialmente por los de la hermandad”.

Terminan así sus marchas penitenciales, pero la participación en los actos de la Semana Santa para esta Hermandad no terminan aquí, ya que, al igual que el de Ramos, donde salen representados por las secciones más jóvenes de su agrupación, el Domingo de Resurrección también estará representada en la procesión, donde además saldrá tocando su banda de cornetas y tambores junto a uno de los pasos de la Vera Cruz.

Aunque parezcan días complicados y de mucho trabajo, el presidente de la hermandad afirma que “no, porque se hace siempre con muchas ganas e ilusión y con la mirada en esas imágenes, que cada uno lo lleva de una manera u otra, pero siempre las tenemos dentro de nosotros y trabajamos por ellas y sobre todo por el nombre de nuestra hermandad”.

La Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz nació en 1981 y cuenta en la actualidad con unos 724 hermanos, cerca de 40 se han unido en lo que va de este año. Manuel González lleva dentro de la cofradía 48 años, “desde muy niño, siempre trabajando para lo que se ha necesitado y llegó el momento de saltar a trabajar más de lleno siendo el presidente; este año es la quinta Semana Santa como presidente”.

Aunque el año pasado se recuperaron las procesiones tras dos años sin salir por la pandemia del Covid, González señala que “todavía queda algo de cuando no se ha podido salir y este año se tiene la misma ilusión que el pasado, parece que el parón nos dejó un poco marcados a los cofrades y tenemos las mismas ganas e ilusión de sacar esos pasos a la calle y demostrar nuestra fe al público”.

Procesión del Arrabal de la Semana Santa de 2022