Un centenar de niños procesiona los primeros pasos semanasanteros
El Obispo participó en el tradicional Viacrucis de los Niños, que estrenó un Nazareno como acompañante de la Virgen de los Niños
Las calles de Ciudad Rodrigo acogieron en la tarde del viernes, a falta de una semana para el Viernes de Dolores, la primera procesión de pasos semanasanteros de este año, en el marco del tradicional Viacrucis de los Niños (ya cumple 7 ediciones) promovido por la Delegación de Misiones de la Diócesis Civitatense, que un año más discurrió desde el patio del edificio de la Avenida Conde de Foxá del Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa hasta la Iglesia de El Salvador, en el barrio de Las Canteras.
En ese patio tuvo lugar una bienvenida general por parte del delegado de Misiones y párroco de El Salvador, José María Rodríguez-Veleiro, el saludo por parte del Obispo, José Luis Retana (que participó en todo el evento), y el rezo de la 1ª estación del Viacrucis. Al igual que ocurrió en el resto de estaciones, uno de los niños participantes en la comitiva leyó una reflexión, tras lo cual se rezó un Padrenuestro.
Finalizada esa 1ª estación, se salió a la calle Doctor Fleming, abriendo la comitiva un estandarte de la Virgen de los Niños y una cruz de madera, que fue portada por varios de los participantes. A partir de ahí, marchó el resto de niños y jóvenes (junto a unos cuantos adultos), que también se encargaron de portar los dos pasos con los que se contó: la habitual Virgen de los Niños, y como novedad, un Nazareno bastante trabajado. Hay que apuntar que varios de los niños lucieron carteles con los números e imágenes de las estaciones del Viacrucis.
Este recorrido callejero continuó por la calle Caridad, un pequeño tramo de la calle Iberia y la Avenida de Los Cañitos, rezando en las calles un total de 12 estaciones (de una a otra, se contó con animación musical). La última estación se rezó ya en el interior de la Iglesia de El Salvador, donde también se cantó el Padrenuestro, además de impartir la bendición final José Luis Retana. Como cierre, se dio un aplauso a todos los que habían participado en el Viacrucis, y se repartieron una serie de cruces a los niños asistentes (que se agotaron).