El bullicio va menguando pero se mantiene el buen ambiente carnavalero

Llegado el Lunes, se ha producido el habitual ‘bajón’ en el bullicio carnavalero, al haber abandonado Ciudad Rodrigo (principalmente en la tarde del Domingo) todas aquellas personas residentes fuera de la ciudad que tenían ya que trabajar (entre ellos unos cuantos mirobrigenses que no habían podido pedir como días libres las jornadas que faltaban del Carnaval).

Pese a ello, el buen ambiente (‘caldeado’ por las charangas Santana, Manliao y Los Bemoles) se mantuvo durante toda la jornada, viéndose un notable movimiento de nuevo en la parte sur de la Plaza Mayor, la Plazuela del Buen Alcalde (por ejemplo con el almuerzo ofrecido por las casetas), y otros puntos del recinto histórico mirobrigense -y también de fuera de murallas-, en torno a aquellos establecimientos de hostelería que han decidido tener sus puertas abiertas.

De igual modo, las peñas repartidas por múltiples rincones de la ciudad (incluido la calle Madrid, donde hay cuatro con gran actividad) volvieron a ser lugar de reunión, con varias fiestas a lo largo de la tarde en las de los más jóvenes, que de nuevo tuvieron un protagonismo activo en la nueva jornada en el recinto ferial.

Mediada la tarde, coincidiendo con el desencierro, la actividad del mismo se vio ligeramente alterada por la lluvia que cayó durante unos minutos, pero las previsiones más pesimistas no se cumplieron (anunciaban lluvia más constante) y todo acabó volviendo a la ‘normalidad’, prosiguiendo con un continuo tránsito de personas a primera hora de la noche (también tenían bastante afluencia a esas horas las barracas de comida situadas en el Parque de Los Tilos).