Abierta la Puerta Santa de la Catedral con una notable asistencia de fieles

Dos semanas después de abrirse la Puerta Santa del Convento de la Sagrada Familia de las Madres Carmelitas Descalzas de Ciudad Rodrigo en el marco del Año Jubilar Teresiano, en la tarde del domingo se hizo lo propio en la Catedral de Santa María, la otra sede que hay en la Diócesis Civitatense del Año Jubilar concedido por el Papa Francisco tanto a esta Diócesis como a la de Salamanca tras solicitarlo el Obispo José Luis Retana.

En este caso, la Puerta Santa de la Catedral de Santa María es la que da acceso al Pórtico del Perdón, en cuyo exterior se congregaron en la tarde dominical un notable número de fieles paraguas en mano, que tuvieron que abrir justo en el momento de ponerse en marcha la pequeña procesión que llegó hasta allí desde la Capilla Mayor del Seminario Diocesano, protagonizada por los sacerdotes participantes en el acto (junto a los monaguillos), presididos por José Luis Retana.

Una vez estuvieron junto a la Puerta de entrada a la Seo (que estaba adornada con elementos verdes), se realizó el mismo ritual que dos semanas antes en las Carmelitas. Así, tras unas palabras de bienvenida por parte del Obispo a todos los presentes, el capellán del Convento de las Carmelitas, Manuel Peláez, se encargó de proclamar el Evangelio, antes de que el delegado episcopal para el Año Jubilar, Ángel Martín Carballo, diese lectura al decreto de concesión del mismo por parte de la Penitenciaría Apostólica de El Vaticano.

A continuación, el Obispo pronunció la fórmula de apertura de la Puerta Santa, accediendo al interior de la Catedral todos los congregados, que se repartieron por los bancos de la nave central para asistir a la solemne eucaristía de apertura del Año Jubilar en la Seo, cuyas campanas repicaron en ese momento. Además, se ha colocado una imagen de Santa Teresa de Jesús al lado del altar mayor.

Al igual que en el Convento de las Carmelitas, todo aquel que lo desee podrá acudir desde ahora y hasta el 15 de octubre de 2023 a la Catedral de Santa María a ganar la indulgencia plenaria, es decir, la plena supresión de la pena temporal por los pecados cometidos. Para ello, hay que peregrinar hasta el templo, cruzar la Puerta Santa, confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Papa, tal y como se expuso en el decreto leído por Ángel Martín Carballo.

Asimismo se recordó que los ancianos, enfermos y todos los que, por causa grave, no pueden salir de casa, también pueden conseguir la indulgencia plenaria, “haciendo el firme propósito de cumplir cuanto antes” las citadas condiciones poniéndose “ante una imagen de Santa Teresa, uniéndose espiritualmente a las celebraciones del jubileo, ofreciendo sus oraciones y dolores, o las dificultades de la propia vida, a la misericordia de Dios”.