Vecinos de Morasverdes y Guadapero se quedan de guardia con tractores lamentando la falta de medios
Destacan que ha sido “impresionante” lo que ha avanzado el incendio durante la madrugada
Reportaje fotográfico: Adrián Martín
No todos los vecinos de Morasverdes y Guadapero se han marchado por el momento de sus términos municipales (aunque sí de sus hogares), ya que han decidido quedarse a defender sus terrenos agrícolas y ganaderos del avance de las llamas. En concreto, estos vecinos han decidido permanecer de guardia con tractores con agua, refrescando zonas y estando muy pendientes de lo que pueda ocurrir, en especial por ejemplo de si caen pavesas.
Como se puede ver en una de las fotografías, el incendio actualmente en marcha está lanzando al aire trozos de corteza de gran tamaño, con el consiguiente riesgo para todo el entorno si cuando caen al suelo lo hacen todavía prendidas. Dentro de esta vigilancia de los vecinos también se incluye, por ejemplo, que un animal no resulte prendido por el fuego, y en su huida, esparza aún más las llamas.
Los vecinos con los que pudo hablar en la mañana del viernes sobre el terreno Ciudad Rodrigo Al Día señalan que “ha habido muchos fallos” en torno a la atención al incendio, apuntando por ejemplo que “los efectivos tardaron esta mañana mucho en salir; los helicópteros habrán llegado sobre las 8.30 horas”.
A esas horas, el fuego estaba mucho más cerca de lo que podían imaginar: “ha sido impresionante dónde estaba anoche, y dónde esta mañana”, tras saltar sobre las 23.30 horas a la zona de La Hastiala, La Rubia y El Copero: “nadie pensaba lo que podía correr hacia abajo”. En este sentido, un vecino señala que “traía un ruido para abajo de cojones; había que estar aquí para verlo”, lamentando que durante esas horas “no había efectivos”.
Igual que la evolución durante la noche había sido dramática, también resaltaban en el momento de hablar Ciudad Rodrigo Al Día con ellos (en torno a las 12.00 horas) que estaba siendo igualmente impactante “lo que ha hecho ahora el fuego”, ya que al cambiar el aire, “se ha ido para atrás”, dándoles un pequeño respiro en estas horas de angustia.