Escuernavacas celebra las fiestas del Sagrado Corazón con mucho sabor y mucha música
Varias degustaciones gastronómicas, tres verbenas entre las que destaca la orquesta Kronos, actividades infantiles y actos religiosos centran la programación
Los vecinos de Escuernavacas se preparan ya para celebrar el primer fin de semana de julio, el posterior al Corpus Christi, las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús, celebraciones que discurrirán entre el 1 y 3 de julio próximos con un intenso programa festivo con mucho sabor y música, pues son las degustaciones populares y verbenas un fijo de estas fiestas.
El viernes arrancará la programación con el chupinazo y el saludo del alcalde de la localidad, Juan Jesús Mangas, un acto al que seguirá en el salón una gran parrillada para todos los vecinos, para concluir con una disco-móvil.
La jornada del sábado, 2 de julio, comenzará con los actos religiosos dedicados al Sagrado Corazón, misa y procesión a partir del mediodía, para continuar con un vino español a modo de convite y una paellada ofrecida por el Ayuntamiento para todos los asistentes. La tarde estará animada por un charanga, también por la algarabía de los más pequeños, que contarán con un gran parque infantil. La jornada concluirá en la noche con una nueva disco-movil en el salón.
El domingo 3 de julio, último día festivo, comenzará con talleres y manualidades para los niños, mientras que los adultos podrán disfrutar de un aperitivo y vermú en el salón. La tarde dará paso a competiciones de juegos de cartas y la noche dará paso a una verbena amenizada por la orquesta Kronos.
Origen de la fiesta del Corazón de Jesús
El origen de la veneración al Corazón de Jesús en Escuernavacas se remonta a principios del siglo XX. A mediados del siglo decimonónico, la localidad de Escuernavacas contaba con una población de 21 vecinos y 66 almas, según Pascual Madoz refleja en su famoso diccionario. Eran renteros de unas tierras propiedad de Francisco Trespalacios, vecino de Salamanca y que vendió sus posesiones a María de los Remedios Martín de los Santos por las deudas contraídas a favor de la última, propietaria hasta la venta en 1908 de estas tierras a sus vecinos por el precio de 200.000 pesetas, a excepción del ‘prao del Cura’, finca que dejó en propiedad eclesiástica para que cada año sus rentas sirvieran al mantenimiento de una fiesta dedicada al Corazón de Jesús, imagen a la que procesó gran devoción y por la que llegó a solicitar a sus vecinos la perpetuidad de su fe, deseos correspondidos hasta nuestros días en señal de gratitud por la venta de sus tierras, pues según algunos mayores de esta localidad, María de los Remedios Martín “desechó otras ofertas de mayor cuantía” a favor de los hasta entonces renteros.
Durante más de 100 años, el Corazón de Jesús permaneció situado sobre la puerta del viejo caserón domicilio de María de los Remedios Martín. Durante ese tiempo, la devoción que los vecinos sentían hacia esta imagen iba incluso más allá de lo común. La céntrica ubicación del caserón suponía el paso continuo de los vecinos, que a la altura del medallón se paraban en señal de respeto ofreciéndole oración en un primer encuentro o santiguándose en posteriores ocasiones.
Así fue como una mañana de hace 48 años los vecinos de Escuernavacas echaron en falta la mítica placa de hierro fundido que hace 18 años reaparecía de nuevo sobre el poyo del viejo caserón para convertirse en actualidad tras que el alcalde, Juan Jesús Mangas, decidiera consultar a sus vecinos, con la celebración de un referéndum, el lugar dónde había de colocarse la emblemática imagen del Corazón de Jesús, medallón que finalmente acabaría regresando al lugar que siempre ocupó.
