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Vuelven las visitas a bordo del Navío-Museo Santo André
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TURISMO MARINERO EN ÍLHAVO

Vuelven las visitas a bordo del Navío-Museo Santo André

Actualizado 19/05/2022 13:40
Raquel Martín-Garay

El gran bacaladero muestra la sabiduría portuguesa en las artes de pesca

Después de dos años de profundos trabajos de restauración, el Navío-Museo Santo André volverá a recibir visitas a bordo a partir del sábado 21 de mayo.

Aquellos que traspasen la recepción accederán al cabestrante, al puente de pesca, a la bodega de salazones y a la de congelados, al almacén de redes, a los compartimentos de proa, a la cocina y al comedor, al camarote del comandante, al puesto de mandos o a la sala de enfermería.

Ahora, además, hay un nuevo espacio visitable en el corazón del histórico bacaladero: la sala de máquinas.

Esta ha sido la primera gran intervención realizada en el Santo André desde que fue adaptado a museo en 2001. La obra ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros, de los que la Unión Europea ha costeado 700 mil. Los trabajos han sido desarrollados en Navalria, un astillero situado en el puerto de Aveiro, y han incluido mantenimiento, rehabilitación de todos sus espacios y mejora de las condiciones de seguridad para las visitas. Se ha renovado la estructura del navío, además de la pintura y todo el sistema eléctrico.

El objetivo era revitalizar la misión divulgativa del Santo André, con miras a proporcionar una experiencia más real y sensorial al visitante, además de conseguir una accesibilidad más inclusiva y segura. Se ha procedido a la reformulación de su narrativa y del recorrido expositivo.

De la proa a la popa, de babor a estribor, entre el puente de mandos, los mástiles y la bodega, el visitante podrá sumergirse en el mundo de la pesca de arrastre del bacalao.

El navío Santo André fue uno de los mejores bacaladeros de la flota portuguesa. Construido en 1948 en Holanda, realizó su primer viaje a Terra Nova y Groenlandia en febrero de 1949. Durante los años sesenta y setenta vivió el apogeo de la pesca de arrastre del bacalao.

Con sus 71,40 metros de eslora y una bodega con capacidad para 1.200 toneladas de pescado, era considerado uno de los mejores bacaladeros de su época.

A partir de los años ochenta, los cambios normativos en el sector pesquero produjeron la consecuente reducción de la flota, y el Santo André fue desmantelado en 1997.

En agosto de 2001 el buque inició una nueva misión, esta vez, como canal divulgativo de la sabiduría portuguesa en la pesca del bacalao.

El Santo André es una mezcla de viaje, aprendizaje, historia y entretenimiento. Está anclado junto al Jardín Oudinot, una zona de recreo existente en Gafanha de Nazaré (Ílhavo).

El navío-museo forma parte del Museo Marítimo de Ílhavo (MMI), reabierto también en 2001, después de grandes obras de ampliación y mejora, pues existía desde 1937. Ubicado en la capital del concejo, el MMI tiene una arquitectura singular dividida en cuatro espacios expositivos, siendo el Acuario de los Bacalaos el que más curiosidad despierta.

De titularidad municipal, el MMI está destinado a mostrar y perpetuar la cultura del mar. Los habitantes de Ílhavo mantienen un fuerte vínculo con el Atlántico y con la ría de Aveiro, que viene de tiempos ancestrales. El impacto histórico, social y económico de la pesca del bacalao, que comenzó en el siglo XV, contribuyó a conformar la identidad de este concejo costero.

Como dicen los ilhavenses, “quien sale al mar reza para de él regresar”. Debido a la relación entre el mar, la religiosidad y los habitantes de Ílhavo, en agosto de 2021 abrió sus puertas el Centro de la Religiosidad Marítima, destinado a preservar el acervo en obras de arte y el patrimonio religioso inmaterial de la comarca. Formando también parte del MMI, fue creado para profundizar en la manera como ha sido entendida la devoción por las gentes de esta tierra, donde, tanto prosperidad como tragedia venían del mar.

Una visita al MMI es sumergirse en un viaje por los mares lejanos del Atlántico Norte, pero también por las cercanas aguas planas de la ría de Aveiro. Y aproximarse a los conocimientos en navegación, en las artes de pesca, de la salazón y de la construcción naval, que tornaron expertos a los ílhavos, por lo que fueron reconocidos en todo Portugal, y que provocó su diseminación a lo largo de la costa portuguesa, contratados por las cofradías de pescadores.

La preservación de los océanos y la sensibilidad medioambiental son una preocupación del territorio de Ílhavo, situado en una zona llana al nivel del mar, entre el océano Atlántico y la ría, con un cinturón dunar que lo protege de la erosión marítima y que el consistorio del concejo está decidido a proteger.

Ílhavo se sitúa seis kilómetros al sur de Aveiro, está formado por cuatro localidades: Gafanha do Carmo, Gafanha da Encarnação, Gafanha da Nazaré e Ílhavo (S. Salvador), sumando un total de 40 mil habitantes. Cuenta en su territorio con las afamadas playas de Barra y de Costa Nova.

El sábado 21 y el domingo 22 de mayo el Santo André permanecerá abierto de 10.00 a 13.00 y de 14.00 a 18.00 horas. La entrada cuesta 2,50 euros.

El horario habitual del museo-navío Santo André -antes de su restauración- era de martes a viernes de 10.00 a 18.00 h, los sábados y domingos de 14.00 a 18.00 h (hora portuguesa).

Hay opción de sacar una entrada conjunta para varios espacios del MMI, así como una entrada combinada con el Museo de Vista Alegre.

Más información sobre horarios y precios en www.museumaritimo.cm-ilhavo.pt