La Pasión se estrena en Cerralbo con muchas caras nuevas en un gran ambiente de recogimiento

La Semana Santa Mirobrigense recuperó en la noche del Lunes Santo su gran cita fuera de las procesiones: la representación de La Pasión a cargo del Grupo El Manantial y el Departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, que en este retorno se tuvo que desarrollar a cubierto ante las malas condiciones meteorológicas de la jornada en Miróbriga, que impidieron llevarla a cabo al aire libre como estaba previsto en la Plazuela de Herrasti.

Si en alguna ocasión anterior que se dieron las mismas circunstancias la representación fue reubicada en la Catedral de Santa María, en esta ocasión La Pasión tuvo como escenario la Iglesia de Cerralbo, donde nunca se había representado en sus casi tres décadas de historia (nació en 1993), posibilitando un mayor ambiente de recogimiento al no ser un lugar tan amplio en anchura como es la Seo mirobrigense.

Para posibilitar la escenificación, se instaló un escenario adicional junto al amplio altar de Cerralbo, cuyas escaleras también fueron empleadas, así como el pasillo que hay entre los bancos. Ese pasillo se empleó para recrear el tránsito de Jesús con la cruz a cuestas, o su entrada triunfal en Jerusalén, que volvía al texto de la escenificación, al igual que la Última Cena, que se suprimieron en la anterior Pasión, la de 2019, ya que se habían podido ver días antes en el pregón de la Semana Santa que ofreció Pablo Moreno en el Teatro Nuevo.

Como elementos novedosos, hubo sendos números tanto al principio (con referencias a la guerra e incluso música de Sebastián Yatra) como al final (con baile de todos los participantes sobre el escenario y animación musical a la guitarra). Lo que también fue novedoso aprovechando el emplazamiento fue la ‘utilización’ del paso de Jesús en el Huerto de los Olivos de la Cofradía de la Oración del Huerto (se iluminó cuando se hizo referencia a ese momento), así como la parte superior de la entrada al templo, en este caso para recrear el primer juicio de Poncio Pilato a Jesús.

Por esa zona de entrada a la Iglesia estuvieron repartidas unas cuantas personas de pie, al llenarse todos los bancos del templo, por fieles en general, familiares y amigos de los participantes en la representación, y unos cuantos miembros de la Diócesis Civitatense encabezados por el Obispo José Luis Retana, quién siguió la escenificación en primera fila acompañado por Gabriel Ángel Cid, en su calidad de Vicario de Pastoral de la Diócesis; y Ángel Martín Carballo, como párroco de El Sagrario.

Como marca la tradición, el Obispo tomó la palabra al concluir la representación, explicando que fue hace 29 años la primera vez que oyó hablar de La Pasión de la Diócesis Civitatense, de la mano de los jóvenes que llegaban al Seminario de Salamanca donde él estaba. Con el tiempo, había visto fotos y vídeos, pero hasta la noche del Lunes no había podido disfrutar en directo de esta “hermosísima representación del drama de Jesús, que es suyo, pero también nuestro, porque da sentido a todas nuestras muertes”.

Por último, José Luis Retana deseó que sea una semana “verdaderamente santa”, además de dar la enhorabuena a todos los involucrados en la escenificación, la práctica totalidad de ellos adolescentes y jóvenes, entre los que hubo numerosas caras nuevas, según resaltó en esos instantes finales Javier Pérez Oliva, uno de los responsables de La Pasión (junto a Juan Carlos Sánchez y María Pérez), que ya citó a todos los congregados para el año 2023.

Todos los involucrados, junto con los encargados de la parte técnica, recibieron numerosas felicitaciones concluida la escenificación (que duró una hora), charlando especialmente José Luis Retana con ‘Jesucristo’, que volvió a ser interpretado por Alejandro Martín. Tras las citas previas de La Sagrada y La Encina, y esta clásica parada en Ciudad Rodrigo, el ciclo de representaciones de La Pasión 2022 concluirá este Martes Santo en El Maíllo.