Sanidad hará desplazarse hasta Vitigudino a todos los mayores de la comarca de más de 70 años para vacunarse
Sanidad obligará a los más mayores a vacunarse en un frontón en el mes de noviembre y sin cita previa / CORRAL
El alcalde de Pereña critica duramente que no se utilicen los centros de salud de área para vacunar a la población, en su mayoría con problemas para poderse desplazar desde sus municipios
La Consejería de Sanidad ha decidido prescindir de los centros de salud de las áreas de Lumbrales, Aldeadávila y Vitigudino como puntos de vacunación para administrar a los mayores de 70 años, residentes en toda la comarca, las vacunas contra la gripe y la tercera dosis COVID-19, y ha decidido utilizar de nuevo el frontón de Vitigudino para vacunar a toda la población de avanzada edad.
Esta decisión vuelve a levantar duras críticas de los alcaldes, que no entienden cómo se puede obligar a cientos de personas mayores y sin medios de transporte, a trasladarse a más de 30 kilómetros de sus domicilios para recibir las vacunas, lo que podría ocasionar que muchos de ellos renunciaran a la vacuna.
El más duro hasta el momento con esta decisión es el alcalde de Pereña de la Ribera, Luis Rodríguez, a la postre médico rural, por lo que conoce a la perfección las circunstancias en las que se desenvuelve esta franja de la población, tanto por su cargo como alcalde como por el de responsable sanitario.
El adjetivo más suave de Luis Rodríguez, como alcalde, a la decisión de Sanidad es de "auténtico despropósito, por no hablar de burla a los ciudadanos que viven en esta comarca", un plan de vacunación que califica de "peregrinaje incesante de personas que ni tienen medios de transporte, ni en la mayor parte de los casos tienen taxis en los pueblos, ni el transporte público de esta comarca está como para hacer nada para reunir a todas las personas mayores de la comarca en el frontón de Vitigudino, cuando existen en la comarca tres excelente centros de salud, en Aldeadávila, en Lumbrales y en Vitigudino".
Para Rodríguez "no es tolerable" lo que considera un "acto de improvisación" y que, en su opinión, va a suponer "un problema gordo, y es que mucha gente no va a ir a vacunarse y se va a quedar sin vacunar de la gripe y de la COVID, porque así me lo han manifestado muchos vecinos".
Asimismo, el regidor señalaba que se va a vacunar en sus domicilios "solo a personas que tengan un alto grado de dependencia, un barthel inferior a 20, es decir, prácticamente encamados, y el resto a Vitigudino, como si ir a Vitigudino fuera algo que pueden hacer todos los vecinos sin depender de un tercero, de un taxi o de un transporte público que no existe" o, en el mejor de los casos, muy insuficiente para este propósito.
Como han señalado más alcaldes a LAS ARRIBES AL DÍA, la decisión de Sanidad parte de un profundo desconocimiento de la realidad de las personas y pacientes que viven en el mundo rural, la mayoría de avanzada edad, sin coche o la posibilidad de conducir y sin taxis en los pueblos, y además, es que "no tienen por qué pagar 30 euros para que le pongan la vacuna de la gripe cuando siempre se le ha puesto en su pueblo", añade Rodríguez.
Por otro lado, como profesional sanitario, Luis Rodríguez conoce bien el estado de la mayoría de los consultorios de la comarca, los cuales señala "reúnen unas condiciones excelentes", a diferencia de un frontón o un pabellón polideportivo, en ningún caso centros sanitarios "sin calefacción", y en los que se va a obligar a personas mayores a vacunarse en un momento de lluvias y frío. Para Rodríguez, la situación generada es un "problema de sensatez y de conocer cuál es la realidad de la gente que vive en los pueblos".
Pero a la problemática que desprende el desplazamiento de los mayores hasta el 'vacunódromo', que Igea dijo iba a eliminar, se suma el agravante de que un día a la semana, mientras dure la campaña de vacunación, no habrá consultas ordinarias de enfermería en ninguno de los municipios porque "toda la enfermería va a estar en Vitigudino", asegura Luis Rodríguez.
Otra de las cuestiones que el regidor critica es que se haya desestimado la autocita, como se anunció en un principio, y se recurre a la convocatoria pública mediante carteles en los consultorios, bandos municipales e informaciones de los medios de comunicación, lo cual para Rodríguez no es suficiente porque "una persona de 85 años que apenas sale de casa, no se entera".
La confusión debido a la "improvisación" con que se toman las decisiones y se anuncian por distintos cauces se traduce en que "hoy ha llegado mucha gente a la consulta creyendo que se les iba a vacunar esta mañana, y algunos de ellos han dicho que si tienen que ir a Vitigudino no se vacunan, ni de la gripe ni de COVID-19".