Enorme seguimiento de público a la novedosa y espectacular batalla nocturna sobre dos ruedas

Parafraseando a Neil Armstrong exactamente 50 años después de que lo dijera en la superficie de la Luna, Ciudad Rodrigo dio en la noche del sábado un 'gran paso' en materia motera, deportiva, y de eventos en general con el estreno de la I Carrera Nocturna Miróbriga Pitmotard promovida por el Club Miróbriga Pitmotard junto a la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento mirobrigense y la Federación de Motociclismo de Castilla León.

Aunque el plato estrella eran las carreras de 0.00 a 1.00 horas, Ciudad Rodrigo vivió un evento de gran magnitud, que se prolongó desde las 20.00 horas aproximadamente hasta las 3.10 horas, cuando no hubo más remedio que cortar la música de la que estaban disfrutando un amplísimo número de jóvenes, rematando el enorme seguimiento de público que había tenido toda la jornada.

De hecho, desde que empezaron a rugir las motos con las primeras sesiones de entrenamientos libres con el calor todavía apretando en su máximo esplendor, mirobrigenses y forasteros se empezaron a acercar por el circuito, con salida y llegada en el tramo de la Avenida Sefarad comprendido entre la Avenida de Yurramendi y la calle San Albín (el circuito 'envolvía' el Mercado de Abastos).

Las pulsaciones empezaron a subir justo al caer la noche, cuando llegó el momento de disputar las sesiones de entrenamientos oficiales para configurar las parrillas de salida de las dos categorías en liza: Series (motos con motores de serie de 160cc) y Protos (motos con motores de hasta 190cc trucadas y 2 tiempos). Fue a partir de ese momento cuando la treintena de pilotos participantes entre las dos categorías demostraron que estaban dispuestos a darlo todo en este novedoso certamen.

Con estos entrenamientos en marcha, poco a poco fue llegando más público, esperando el momento culminante de que arrancasen las carreras a medianoche, empezando por la más numerosa, la de Series, que reunió a 18 pilotos. Pese a ese alto número de participantes, la salida fue limpia, y la primera vuelta transcurrió sin incidentes. Sin embargo, en la segunda vuelta hubo que detener la carrera con bandera roja.

El motivo concreto fue la fuerte caída sufrida por un piloto en la curva que va de la Avenida Sefarad hacia la Glorieta del Árbol Gordo (por fortuna aterrizó en una zona con espumas protectoras), pero el principal problema estuvo en lo que había originado esa caída: el aceite que habían ido dejando dos motores al romperse, según fue explicando el speaker.

El aceite no estaba en ese único punto, sino en buena parte del circuito, con lo cual, por motivos de seguridad, hubo que 'hacerlo desaparecer' antes de volver a reanudar la prueba. Ahí comenzó un intenso trabajo de la organización echando sepiolita por todos los lugares donde había aceite. La tarea se prolongó durante 40 minutos, durante los cuales hubo incluso riesgo de suspensión sino se conseguía dejar la pista en óptimas condiciones.

Fueron los propios pilotos los que dieron el visto bueno tras recorrer el circuito con sus motos, volviéndose a dar la salida a la que se había convertido en única manga de las Series: debido a la demora se canceló una manga de cada modalidad. El resto de la carrera de Series transcurrió sin incidentes. Sin apenas tiempo para recuperar el aliento, se pusieron en marcha las Protos, en cuya salida se quedó clavado uno de los pilotos sin poder arrancar. Cada una de las carreras duró algo más de 10 minutos, viviéndose en ambas unos espectaculares duelos con sendos pelotones de pilotos luchando agrupados en todo momento (de hasta 5-6 pilotos).

Finalizada la segunda carrera, los miembros de la organización empezaron a desmontar el circuito (es decir, a recoger neumáticos y espumas, y a retirar vallas), mientras en el podio se procedió a la entrega de premios a los primeros clasificados. En la categoría Series, el podio lo integraron Cristian Fano, Francisco José y Eduardo Cordero; mientras que en la categoría Protos lo conformaron Jorge Ávila, Juan Carlos y Álvaro Cordero, quedando el mirobrigense Jaime María Méndez en cuarta posición en esta modalidad.

Tras la entrega de premios ?y el lanzamiento de varias camisetas- se sortearon varios regalos con las papeletas que se habían ido vendiendo con el objetivo de recaudar fondos a favor de la Asociación Española contra el Cáncer. A su conclusión, cogió los mandos por completo DJ Pablo del Castillo, quién ya había estado animando con su música todo el tramo de carreras. Debido al retraso acumulado, esta sesión musical fue mucho más corta de lo previsto, de apenas una hora, frente a las dos horas que se querían hacer, ya que la música había que cortarla sí o sí a las 3 de la mañana (finalmente duró apenas 10 minutos más).