Desperdigada carrera de los toros de Galache, que se resistieron a entrar en toriles
Los astados no dejaron ningún herido de consideración, aunque en la enfermería sí se realizaron dos atenciones por politraumatismos
La mañana del Sábado de Carnaval había comenzado en Ciudad Rodrigo con buen sabor de boca, ya que el Toro del Antruejo dio el juego esperado. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con el primer encierro urbano celebrado un par de horas después: los astados de Francisco Galache realizaron la práctica totalidad del recorrido desperdigados uno de otro, costándoles además una eternidad entrar a dos de ellos en los toriles de la Plaza Mayor.
La manada se rompió desde el inicio del encierro en Conde de Foxá, subiendo los cabestros con muchos metros de ventaja sobre los tres únicos toros intervinientes, que fueron subiendo de uno en uno sin demasiada novedad. Una vez en el Registro, sí que hubo algún que otro momento interesante, lo que retardó su llegada a la Plaza Mayor. Dos de ellos entraron juntos en el coso taurino tras 15 minutos de encierro, mientras que el otro tardó un par de minutos más.
El problema principal surgió en la propia Plaza, ya que costó una eternidad lograr que dos de los tres toros entrasen en toriles: mientras que el colorao, de nombre Agresivo, tardó apenas cuatro minutos, sus hermanos precisaron de 19 y 29 minutos más respectivamente. Para intentar lograrlo, fue necesario sacar varias veces a los cabestros (sin éxito), así como intentarlo con descargas eléctricas, pero finalmente se les consiguió acercar a base de capote y muleta, concluyendo definitivamente el encierro a las 13.47 horas, más de tres cuartos de hora después de su inicio.
El aspecto más positivo del evento es que los astados no dejaron ningún herido, aunque en la enfermería de la plaza de toros sí hubo que hacer dos atenciones a sendos heridos de consideración por politraumatismos. Por un lado, se atendió a una mujer de 58 años natural de Medina del Campo por una caída de una aguja, y por otro lado, se atendió a un palestino residente en Salamanca que había sufrido politraumatismos y erosiones múltiples en una caída en la Plaza Mayor. El pronóstico de ambos era reservado.