1Foto: Un río con toques blancos

Uno de los clásicos de la primavera, como bien lamentan los alérgicos, es la proliferación de las denominadas pelusas del chopo, que suelen cubrir el suelo en aquellas zonas donde hay árboles. Si eso se produce en el entorno del río Águeda, hay muchas que caen al agua, lo que cambia por completo la imagen del río, como se puede comprobar durante estos días. Por un lado, el cauce del Águeda baja con 'motas' blancas, mientras que por otra parte, en los márgenes del río se va acumulando una pequeña capa blanca.