Detenidos los autores del robo en la tienda de telefonía de El Cruce

La Guardia Civil y la Policía Nacional han procedido a detener en una operación conjunta a los autores del robo acaecido el pasado 24 de febrero en la tienda de Movistar de la zona de El Cruce de Ciudad Rodrigo, en la cual los ladrones se llevaron productos valorados en unos 35.000?.

Los autores del robo formaban parte de un grupo itinerante especializado en la comisión de robos en establecimientos (principalmente en tiendas de telefonía móvil) a los que se les imputa un total de 27 hechos delictivos por todo el territorio nacional.

Según informan la Guardia Civil y la Policía Nacional, la investigación ?dirigida por el Juzgado de Instrucción de Cangas de Onís (Asturias)- se inició el pasado mes de septiembre, tras producirse un robo en una tienda de telefonía móvil de la localidad de Arriondas. Poco después hubo un robo con violencia en el interior de un domicilio (en el concejo de Piloña) y una tentativa de robo con fuerza en un estanco de Arriondas.

A partir de ese momento, la banda inició una cascada de robos por todo el territorio nacional, principalmente en tiendas de telefonía. Además de en Arriondas y Ciudad Rodrigo, también robaron en tiendas de este tipo en Guardo (Palencia), Hellín (Albacete), Mota del Cuervo (Cuenca), Tarazona (Albacete), Laguna de Duero (Valladolid), Llerena (Badajoz), Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), Burela (Lugo), Palma del Río (Córdoba), Melide (A Coruña), Ribadeo (Lugo), Yecla (Murcia) y Alcalá la Real (Jaén).

Además, también se les imputan robos con fuerza en estancos de Saldaña (Palencia), Elche de la Sierra (Albacete) y La Roda (Albacete), en una óptica de Hellín (Albacete), en dos establecimientos de bebidas alcohólicas de Guardo (Palencia), y en un establecimiento de venta de maquinaria agrícola de El Tiemblo (Ávila).

Como modus operandi, la banda, asentada en la periferia de Madrid, se trasladaba a localidades de diferentes provincias para realizar en primer lugar labores de inspección, buscando establecimientos que les fueran propicios para volver a los pocos días a cometer el robo. La banda llegaba a realizar 1.000 kilómetros diarios para desplazarse hasta sus objetivos y regresar a su punto de origen.

Cuando se desplazaban a cometer el robo, la banda permanecía en la localidad unas horas, controlando el movimiento de personas y vehículos que se producían durante la madrugada. Uno de los métodos más habituales era el forzamiento y fractura del bombín de la cerradura de las puertas mediante el empleo del método conocido como 'sacacorchos' o 'extractores de bombines'. Asimismo, la banda empleaba medios técnicos para impedir que funcionaran las alarmas.

La Guardia Civil y la Policía Nacional apuntan que uno de los hechos que llamó la atención a los investigadores es que los ladrones no abandonaban de forma inmediata la localidad donde cometían el robo, sino que permanecían en ella hasta primera hora de la mañana.

En lo que respecta a los transportes, la Guardia Civil y la Policía Nacional hablan de que los ladrones tenían "importantes medidas de seguridad", como el continuo cambio de vehículos, el empleo de lanzaderas o la vigilancia del entorno de sus domicilios sobre todo a la llegada a los mismos.

La banda fue detenida tras un robo cometido el pasado 14 de abril en Tarazona (Albacete), tras el cual se estableció un dispositivo en las inmediaciones de sus domicilios ?que se habían conseguido localizar fruto de la investigación-, que permitió la detención en ese momento de cinco de los integrantes del grupo. Posteriormente, también se identificó al receptador de la mayoría de los productos, un ciudadano afincado en Madrid con establecimiento abierto al público.

Las otras tres personas detenidas, de nacionalidad española, están acusadas de ejercer como receptadores del botín de 5.000 kilos de queso de cabra robado por la banda en una quesería de Candeleda (Ávila).

Finalmente fueron detenidas, entre los miembros de la organización y receptadores, 9 personas. 4 de los detenidos fueron puestos en libertad, mientras que los 5 restantes fueron puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Guardia de Madrid y Coslada, decretándose su ingreso en prisión acusados de 26 delitos de robo con fuerza y un delito de robo con violencia.

Los cinco encarcelados son los autores materiales de los robos con fuerza, así como el principal receptador de los objetos sustraídos. Según indican la Guardia Civil y la Policía Nacional, la investigación continúa abierta, con el objeto de identificar la procedencia de parte de los hechos intervenidos, por lo que no se descarta que el número de hechos delictivos esclarecidos aumente.

En los registros practicados se han intervenido 80 teléfonos móviles, 21 gafas de sol y graduadas, 3 tablets, 2 ordenadores, 3 desbrozadoras, 2 martillos percutores, 8 frascos de colonia, 17 relojes, 1 cámara fotográfica, 22.000 euros, diversas joyas, 1 inhibidor de frecuencia y abundante herramienta especializada para la apertura de cerraduras. Se estima que los ladrones pueden haber robado más de 700 teléfonos móviles, con un valor superior a los 140.000?, mientras que el tabaco sustraído tiene un valor por encima de los 77.000?.

La operación que ha permitido la desarticulación de la banda ha sido llevada a cabo por agentes de la Sección Europa del Este y de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional, y por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón.