El Santísimo y el baile de la bandera marcan el comienzo de las fiestas de San Juan

Después de una animada verbena con la orquesta La Huella, las fiestas de San Juan en Hinojosa de Duero entraron de lleno este domingo con el Santísimo y el tradicional baile de la bandera, danza que se remonta varios siglos atrás y que fue interpretada tras los actos religiosos del Corpus Christi.

El calendario ha querido este año que las fiestas en honor al Patrón de los hinojoseros se abran con la festividad del Corpus, por lo que en lugar de la procesión con el Santo, fue el Santísimo el que salió reluciente bajo palio para recorrer las calles.

La comitiva iba encabezada por los sones de la gaita y el tambor de José Manuel Bartol y el grupo de jóvenes ?algunos no tanto? encargados en esta edición de interpretar el baile de la bandera. A continuación les seguían las tres niñas y cuatro niños que recientemente han tomado su Primera Comunión, a quienes les sucedían dos columnas de mujeres, vela en mano, y los mayordomos Roberto Gamito Sánchez y Luis Miguel Sánchez. Tras el palio, el alcalde, juez de paz y otros miembros de la Corporación cerraban la procesión con decenas de vecinos detrás.

Y así, tras la eucaristía oficiada por el párroco Andrés Celestino García, el Santísimo salía en procesión camino del altar instalado en una de las plazas de Hinojosa y en el que aguardaban para su bendición ocho bebés, siete niñas y un niño, todos ellos nacidos en el último año. Durante su bendición, en un altar adornado con decenas de flores, los pétalos de rosa llovían sobre el Santísimo para dar aún más colorido a este bello y solemne momento.

Baile de la bandera

A la conclusión de los actos religiosos, la fiesta se tornaba en laica para dar paso a la representación del baile de la bandera, en esta ocasión con los hermanos Abel y David Bautista Fernández que por primera vez actuaban juntos en los papeles de alabardero y abanderado respectivamente.

Con el sol en todo lo alto, la emoción se podía tocar entre el ambiente que se respiraba a las puertas de la iglesia de San Pedro. Los vítores rompían el sonido del tamborilero cuando la bandera (el pueblo) se echaba al suelo para hacer los movimientos más difíciles, o cuando alguno de los muchachos se tumbaba sobre el suelo en la carrera de la albarda (feudal) para intentar frenar su huida.

Pero sin duda el momento más álgido de esta representación llegó cuando el abanderado volvió a recuperar la verticalidad para demostrar su victoria ante el señor feudal. Sus saltos de alegría escenifican ese momento de hace seis siglos y concluyen con la bandera en lo alto y su cuerpo sobre otro de los danzantes.

Un programa muy taurino

Finalizados los actos de la mañana, para esta tarde, a las 17.00 horas, estaba previsto el primer encierro de las fiestas, festejos en el que estaban anunciados cuatro erales de la ganadería de Madrazo y que serían lidiados hora y media más tarde en la clase práctica de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia, César Hernández, Héctor Hernández 'Moronta', Emilio Benito y Eusebio Fernández.

A la finalización de este festejo se celebrará un Gran Prix taurino y se interpretará de nuevo el baile de la bandera, este año a cargo de un grupo intergeneracional en representación de distintas peñas de la localidad.

Después de la verbena prevista para esta noche con la actuación del grupo Fusión, la jornada del lunes comenzará a las 13.00 horas con un tradicional a caballo, desde el camino de los Hornos, con cuatro erales de la ganadería de Madrazo de la 'Vádima', Ledesma. Y a continuación, en la plaza del Ayuntamiento, se celebrará el ya tradicional baile del vermut, para continuar, a las 18.30 horas, con una novillada en la que el alumno de la Escuela de Tauromaquia, Francisco Colmenero, lidiará dos erales de Madrazo. A continuación los aficionados dispondrán de dos novillos más para su lidia al estilo tradicional.

La jornada concluirá con la verbena a cargo de la orquesta Pikante.