Carta a Vega, mi lectora más joven...
...que yo sepa. Hoy, me van a perdonar que el “charro de dos orillas” quede en familia. Mi sobrina Vega acaba de leer un poema mío en el cole y se me ha ocurrido animarla a escribir… O sea, a leer.
...que yo sepa. Hoy, me van a perdonar que el “charro de dos orillas” quede en familia. Mi sobrina Vega acaba de leer un poema mío en el cole y se me ha ocurrido animarla a escribir… O sea, a leer.
Álvaro, campeón, qué padre tan padre –mexicanismo de hoy– tienes
Allá y acá, los hijos de quienes, en muchos casos por primera vez, pudieron ir a la universidad, viajar, comprar una casa –ser clase media, pues– se están rebelando contra lo establecido y “compran”