Bajo un techo cualquiera

Me gustaría que el tema de este artículo fuera algo casi desconocido por los lectores, o por lo menos una realidad que les resulte lejana. Pero honestamente, lo dudo. Cada vez son más las personas que tienen problemas con la vivienda. Incluso yo misma lo he tenido que vivir no solo de alguien cercano, sino casi que de mi misma. Sin embargo, aunque mi realidad sea un alquiler imposible y unas facturas de la luz triplicadas a lo que fueron hace unos años, existen otras que, por desgracia, sufre mucha más gente: el hacinamiento.

Una realidad cada vez más frecuente, pero silenciosa. Familias enteras conviviendo en pisos pequeños compartiendo un “hogar” con varias personas, y durmiendo todos en una misma habitación. Parece surrealista, ¿verdad? Pero ocurre. Y en esos lugares, la intimidad ocupa un espacio prácticamente inexistente, pero tienen que hacerlo así, porque la necesidad obliga a convivir como se puede.

Escribí entre comillas la palabra hogar, porque no siempre un techo es un hogar digno. Desde Cáritas Salamanca, acompañamos a las personas que viven en estas condiciones por pura necesidad. El hacinamiento no solo afecta al bienestar emocional, sino que también influye en la salud física y al desarrollo de niños y niñas que crecen en estos espacios.

Coincidiendo con el lanzamiento de la nueva campaña de Operación Vivienda, Cáritas pone el foco en realidades que permanecen ocultas como lo es este fenómeno. Porque conocemos las historias, y sabemos que detrás de cada una de ellas, hay un esfuerzo sobrehumano, renuncias, y familias que hacen cualquier cosa para intentar salir adelante en un mundo en el que las desigualdades abundan.

Participar solidariamenbte en la campaña Operación Vivienda a través de las diferentes vías de colaboración que ofrece la entidad, una familia vulnerable puede sentirse más acompañada, puede mejorar el techo bajo el que le ha tocado convivir, y puede empezar una vida más digna.

Y recordamos, que una vida no es solo un techo: es seguridad, intimidad y dignidad. Y entre todos, podremos conseguir que muchas personas sepan lo que es vivir en un hogar.

Clara Ravelo, perodista y voluntaria de Cáritas Salamanca