Soledad Gómez (ASECOV): "Las Navidades permiten al comercio conseguir beneficios que el resto del año no se dan"

El sector comercial de Salamanca encara la recta final de 2025 con las esperanzas depositadas en las próximas semanas. Con la vista puesta en el futuro inmediato, la campaña de Navidad se presenta como el periodo decisivo para cuadrar las cuentas anuales de los pequeños negocios. Al frente de este desafío se encuentra Soledad Gómez, quien ha iniciado un nuevo mandato en la Asociación Salmantina de Empresarios del Comercio Vario (ASECOV) con una hoja de ruta clara: revertir la inercia del consumo digital y devolver el protagonismo a la tienda física.

La presidenta afronta esta nueva etapa con "muchísima ilusión" y respaldada por una junta directiva que llega con "muchas ganas de aportar" para consolidar proyectos que verán la luz en los próximos años. Sin embargo, el optimismo de la nueva dirección no oculta la realidad de un escenario complejo, donde la convivencia con las grandes superficies y el comercio electrónico define el día a día de los empresarios locales.

La llegada de diciembre supone para el tejido empresarial salmantino el momento más crítico del calendario. Según explica la presidenta de ASECOV, todos los comercios aprovechan estas fechas para intentar "conseguir esa ventaja y esos beneficios que muchas veces el resto del año no se dan como nos gustarían". Aunque el impulso es generalizado en casi todos los subsectores, son tradicionalmente la alimentación y los regalos los que experimentan un mayor volumen de ventas durante estas fechas, seguidos de cerca por la tecnología.

En un mercado saturado de opciones digitales, ASECOV tiene claros cuáles son los argumentos para convencer al cliente salmantino. Frente a la frialdad del clic y la logística de la paquetería, el comercio local esgrime la carta de la facilidad y la resolución de problemas en la postventa.

"Solo tienes que bajar a la tienda en la que lo has comprado y decir: 'me equivoqué de talla, me equivoqué con el color', y lo haces rápidamente", argumenta Soledad Gómez, contrastando esta agilidad con las gestiones, a menudo tediosas, que implican las devoluciones en las grandes plataformas online.

A esto se suma un factor que la presidenta considera decisivo: el componente emocional y la calidad tangible. La posibilidad de "ver y tocar" el producto antes de adquirirlo, unida a un asesoramiento honesto, constituyen la principal baza para fidelizar a la clientela. "Esos factores son casi los más importantes; los precios ya están más o menos estabilizados y el comercio demuestra que tiene la competencia necesaria para posicionarse", asegura.

El gran reto: ganar la batalla de la mente

Más allá de la estacionalidad navideña, el desafío de fondo que ha identificado la nueva directiva de ASECOV es el posicionamiento estratégico a largo plazo. "El reto es conseguir que el comercio local sea lo más importante en el posicionamiento de la mente de nuestros clientes, que el primer sitio en el que piense todo el mundo en ir a comprar es al comercio que tienen al lado, al de sus vecinos, al de sus amigos", afirma con rotundidad.

Este objetivo choca con una paradoja que los propios comerciantes detectan a diario: existe una confianza latente, pero el ritmo de vida actual desvía el consumo hacia canales más impersonales por una cuestión de comodidad logística. "Nuestros clientes nos suelen decir que confían más en el comercio cercano, pero muchas veces, por el ritmo de vida que llevamos, dejamos un poco de lado esa confianza por facilidades a la hora de recibir los pedidos", reconoce la presidenta. La estrategia pasa por recordar al consumidor el valor añadido que pierde en ese intercambio: la atención personalizada.

Para competir en este entorno, el sector asume que la profesionalización y la modernización son innegociables. Las demandas de los asociados a ASECOV han evolucionado, y aunque las subvenciones siguen siendo un tema recurrente, la digitalización ha cobrado un protagonismo absoluto en las consultas que recibe la patronal.

La barrera del horario partido y la conciliación

Uno de los puntos más críticos que afronta el sector en Salamanca es la gestión de los recursos humanos. La dificultad para encontrar personal es una realidad que, según la presidenta de ASECOV, "va por temporadas", pero que esconde una problemática estructural relacionada con los horarios y la conciliación familiar.

"Muchas veces, lo que más echa para atrás para trabajar en comercio es el horario partido. La mayor parte queremos un horario continuo, de 8:00 a 15:00 horas, y eso en comercio no se da", explica Gómez. Esta barrera, sumada a la exigencia física de un trabajo que implica estar muchas horas de pie, dificulta la captación de talento joven, aunque asegura que cuando se consigue un buen ambiente laboral, "no es difícil encontrar trabajadores".

La cuestión de la conciliación se ha convertido en una reivindicación transversal. No afecta solo a los empleados, sino también a los propietarios de los negocios. Ante la creciente presión del mercado y las nuevas formas de consumo que incentivan la apertura en fines de semana para competir con las grandes superficies, ASECOV advierte sobre la necesidad de equilibrar el servicio al cliente con la calidad de vida.

"Todos queremos tener conciliación familiar, desde los autónomos a las empresas. ¿Abrir fines de semana para servir? Sí, pero tenemos que tener claro que esa conciliación tiene que ir para todos por igual", matiza la representante de los comerciantes.

Costes fijos e interlocución institucional

En su papel de representante patronal, ASECOV mantiene una vía de comunicación constante con las administraciones para trasladar las inquietudes del sector. El incremento de los costes fijos es la principal preocupación actual de los negocios a pie de calle en Salamanca.

"Todo se ha encarecido mucho ", señala Gómez. La asociación actúa como altavoz para elevar quejas sobre exceso de impuestos o problemáticas con los servicios municipales. Aunque califica la relación con el Ayuntamiento de Salamanca como fluida y destaca que "siempre está muy abierto a escucharnos", la presidenta reconoce que los tiempos de la administración no siempre coinciden con las urgencias de los negocios: "No siempre se puede hacer con el dinamismo que queremos para cada solución".

De cara al futuro, y al cierre de este nuevo mandato que ahora comienza, el deseo de Soledad Gómez es haber logrado consolidar la vitalidad del sector. El objetivo final es garantizar que el comercio de Salamanca no solo sobreviva, sino que recupere su posición central en la vida de la ciudad, asegurando que "tenga siempre vida" y que los asociados se sientan respaldados en su día a día.

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