"Estoy trabajando por la unidad vecinal y avanzar hacia el futuro con las mejoras que merece El Pedroso”

"A veces tengo la sensación de que dirijo un circo con siete pistas. Pero todas ellas merecen la pena". Con esta expresiva metáfora describe Maria Anunciación Poveda López la intensidad de sus primeras semanas al frente del Ayuntamiento de El Pedroso de la Armuña. Su llegada a la alcaldía, casi por sorpresa tras la dimisión del anterior ocupante del cargo, ha supuesto un torbellino de actividad y nuevos proyectos, afrontados con una energía desbordante y un objetivo claro: devolver al pueblo la vitalidad, la unión y el optimismo.

Desde el primer día, la agenda ha estado marcada por avances significativos. "Entré un jueves y el viernes ya me estaban llamando las orquestas para cerrar los eventos de las fiestas", recuerda la alcaldesa. Uno de los primeros y más importantes logros ha sido resolver la situación del bar municipal, el corazón social de la localidad. Tras quedar libre, el consistorio ya ha adjudicado el servicio y se trabaja con la ilusión de reabrirlo para el puente de la Inmaculada o, como muy tarde, para Navidad, recuperando así un punto de encuentro esencial para un pueblo que triplica su población en verano.

La nueva regidora ha encontrado proyectos inacabados y necesidades acumuladas, pero la mirada está puesta en el futuro y en las soluciones. Lejos de centrarse en las carencias, López tiene una hoja de ruta clara para modernizar el municipio. Entre los proyectos más ilusionantes se encuentra la creación de pistas deportivas y un helipuerto que ofrezca un servicio seguro para emergencias sanitarias. Además, se planea ampliar el chiringuito de la piscina y acometer obras prioritarias como el asfaltado e iluminación de caminos clave, como el que une la residencia con la zona de baño.

Consciente de que el presupuesto es limitado, la alcaldesa se mueve activamente en la búsqueda de subvenciones y planes provinciales para materializar estas mejoras. "Hay cosas que son de máxima prioridad", subraya, demostrando un enfoque práctico y decidido para sacar adelante cada iniciativa.

La unión vecinal como motor del cambio

Más allá de las infraestructuras, el gran proyecto de Maria Anunciación Poveda es de carácter social. Su principal misión es fortalecer los lazos comunitarios y recuperar la armonía. "Yo lo que quiero es que en el pueblo vuelva a reinar la paz, una concordia entre todos, porque siempre ha sido un pueblo muy amigable", afirma con convicción. El objetivo es dejar atrás un ambiente "muy crispado" y fomentar que los vecinos vuelvan a relacionarse sin conflictos.

Para lograrlo, ha apostado por la colaboración y la unidad. Un ejemplo claro es su trabajo con la comisión de peñas para organizar las fiestas, buscando un programa único que integre a todos. "Yo creo que la gente está contenta. Vamos avanzando poco a poco", señala. Esta cercanía con los jóvenes y el resto de los vecinos es una de sus señas de identidad.

La vida comunitaria es otro de los ejes de su gestión. Mientras el bar ha estado cerrado, se han habilitado espacios en las antiguas escuelas para que los agricultores puedan tomar su café y las asociaciones, como la de mujeres "Juncal", tengan su lugar de reunión. Además, se han impulsado talleres y actividades que fomentan la unión, como la creación de adornos navideños o las reuniones para jugar al bingo. "Muchas veces es más terapia y risoterapia que otra cosa", comenta sobre estos encuentros, que sirven para combatir la soledad y fortalecer amistades.

Con la visión de una vecina que conoce cada rincón y la energía de quien quiere "abarcar mucho", Maria Anunciación Poveda trabaja para que El Pedroso de la Armuña recupere su pulso. "Hace 30 años era casi un pueblo puntero en la zona", concluye. Su gestión acaba de empezar, pero su determinación por recuperar ese dinamismo ya es la fuerza motriz que impulsa al municipio hacia un futuro prometedor.