250 veces, Carlos de la Nava

Seguro que todavía queda algo de ese espigado futbolista que con la mayoría de edad cumplida se ganó el derecho a debutar con el equipo de su vida: la extinta Unión Deportiva Salamanca.

Fue un 6 de noviembre del año 2011 en un partido disputado en el estadio El Helmántico contra la Gimnástica de Torrelavega, cuando el club estaba ya dando la sensación de estar en sus últimos coletazos de vida deportiva, como así ocurriría un año y medio después.

Su estreno con la UDS fue un minuto sobre el terreno de juego, pero solo necesitó otros 29 más para demostrar que su calidad, visión de juego y tenacidad demostrados en la cantera, le valdrían el premio del primer gol con el escudo que le vio jugar hasta entonces. Y lo hizo en su primer choque como titular en El Helmántico frente al filial de la Real Sociedad. Lo recuerdo como si fuese ayer mismo.

Pero no fue ayer, no, han pasado ya 14 años desde el momento en el que Charly se enfundó por primera vez la camiseta de la UD Salamanca, una vida deportiva que he tenido el placer de ver, disfrutar, contar, analizar y vivir desde diferentes puntos de vista. Y creo que el ‘10’ tiene que estar muy orgulloso de todo lo que ha conseguido en el ‘verde’, pero también fuera de él.

Conozco a Carlos desde entonces y sigue siendo el mismo; eso habla muy bien de su calidad como persona, aunque seguro que cada día los entrenamientos pesan un poco más en el cuerpo de un deportista que ya acumula muchos años siendo profesional de este deporte. Pero aún queda Carlos para rato; o eso espero.

En este periodo de tiempo le han ocurrido muchas cosas como deportista y en su vida personal, que a buen seguro le han hecho ser lo que hoy es. Pero hay una cosa que nunca ha cambiado y creo que nunca lo hará: sigue teniendo la misma sonrisa que cuando le vi debutar hace casi tres lustros. Y ver sonreír a De la Nava es la mejor de las noticias.

La UD Salamanca, el Valencia Mestalla, el Guijuelo, el Zamora o el Langreo… son solo algunos de los clubes que han podido disfrutar del fútbol (que algunos nunca entendieron) de un jugador diferente, distinto, de los que ya no quedan, que estaba completamente hecho y destinado para ser el abanderado de Unionistas CF, no podía ser de otra manera.

Y sí, 7 años y 250 veces después, Carlos de la Nava es Unionistas, su esencia y lo que significa el club y quien mejor se lo puede transmitir a los jugadores de la base. Llegó, vio y venció con ese ansiado y esperado ascenso a Segunda B, viviendo otras noches mágicas de Copa del Rey y remontadas en un Reina Sofía que siempre ha sido, es y debe seguir siendo agradecido con alguien que siempre ha demostrado que su compromiso con el club va más allá. Creo que será durante muchos años el jugador con más partidos en la historia del club y quizá nadie nunca supere este registro.

Podría escribir párrafos y párrafos sobre el juego de Carlos, de ese fútbol que no se ve y de todo lo que aporta al equipo, pero me lo voy a ahorrar porque es algo que ya he escrito muchas veces. Y, sinceramente, con 32 años, creo que no tiene nada que demostrar a nadie, solo tiene que seguir sonriendo cada vez que toca la pelota y se pone la camiseta de Unionistas.

Porque si una cosa tengo clara es que Unionistas es mejor con Carlos de la Nava. Y punto.