El salmantino Ramón García Mateos gana el Premio de la RAE por su novela 'Cuando el mundo se llamaba Cerralbo'
Imagen de archivo de Ramón García Mateos durante la presentación de la novela en la Feria del Libro de Salamanca
El jurado ha destacado la maestría de la obra para recrear el mundo rural y recuperar su lenguaje, concediéndole este prestigioso galardón dotado con 25.000 euros
El escritor salmantino Ramón García Mateos ha sido galardonado con el XXII Premio Real Academia Española por su obra 'Cuando el mundo se llamaba Cerralbo'. El pleno de la institución ha reconocido la novela del autor charro con uno de los premios más prestigiosos de las letras hispanas, dotado con 25.000 euros y una medalla conmemorativa.
La decisión fue tomada por la comisión designada para la concesión del premio, que se reunió el pasado jueves. El jurado, presidido por el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha valorado la obra por su capacidad para evocar un entorno y un lenguaje ya desaparecidos, destacando su calidad literaria y su profundo trabajo de recuperación de la memoria.
Este galardón se concede anualmente a obras de creación literaria o de filología escritas originalmente en español y publicadas en primera edición durante el año anterior, en este caso, 2024.
La recuperación de la memoria rural, clave para el jurado
El jurado ha fundamentado su decisión destacando la novela de García Mateos "por su maestría al recrear un mundo rural ya desaparecido, a través de los testimonios orales y por la recuperación del lenguaje". La obra se impone así como un referente en la narrativa que explora las raíces y la identidad de los pueblos.
La comisión encargada de la deliberación ha estado formada por el director de la RAE y presidente del jurado, Santiago Muñoz Machado; Víctor García de la Concha; Darío Villanueva; Carme Riera; Aurora Egido; Paloma Díaz-Mas, y Pedro R. García Barreno (secretario).
'Cuando el mundo se llamaba Cerralbo', un territorio mítico
En su obra, Ramón García Mateos realiza una recreación literaria del pueblo salmantino de Cerralbo, elevándolo a la categoría de territorio mítico a través de la memoria y el recuerdo de la infancia. La sinopsis de la novela lo compara con espacios icónicos de la literatura universal como Macondo, Tomelloso o el condado de Yoknapatawpha.
El texto de presentación define la obra como la imaginación de un niño desde la "memoria auroral" del autor, al que describe como "un poeta que escribe prosa". Este enfoque lírico y evocador ha sido uno de los elementos más valorados por la Real Academia Española para la concesión de este importante reconocimiento.
