FOTOS | Isabel García, la presidenta del Monterrey, una mujer en un 'mundo de hombres': "Lo que antes era imposible, hoy se ve con naturalidad"

Liderar un club de fútbol como el Monterrey, gestionar una familia y mantener un trabajo es una carrera de fondo que exige dedicación constante. Isabel García, la presidenta, es una de las pocas mujeres al frente de una entidad deportiva en Salamanca, representa un cambio social que normaliza roles antes impensables en un entorno predominantemente masculino.

Su día a día es un reflejo del sacrificio que implica esta responsabilidad. "Hay días que es una locura y no sueltas el móvil", reconoce. Salir de trabajar y encontrarse con un torrente de mensajes y llamadas perdidas, o compaginar las tareas del hogar con reuniones del club, es la rutina habitual. Sin embargo, asegura que ahora está "mucho más relajada que al principio, ya que salían problemas por todos los lados".

Este esfuerzo personal es la cara visible de un trabajo colectivo del que se siente profundamente orgullosa. "Sin lugar a dudas, me siento orgullosa de formar y haber formado parte del grupo de personas que ha conseguido que el club no desapareciera", afirma con rotundidad. Asume su papel como "la cabeza visible", pero siempre subraya que detrás de ella "hay mucha gente trabajando". Este reconocimiento a su labor por parte del entorno es otra de sus grandes satisfacciones.

El resultado de esta gestión se refleja en la situación actual del club. A nivel económico, la entidad "se encuentra bien y al día, que no es poco después de lo vivido en años anteriores", un logro que aporta la tranquilidad necesaria para construir un futuro sólido.

"Lo que antes era imposible, hoy se ve con naturalidad"

Isabel García es consciente de que su posición habría sido mucho más complicada hace apenas unos años. Atribuye la normalidad de su cargo a una evolución social positiva. "La sociedad ha cambiado mucho gracias a Dios y lo que antes se veía como imposible y lejano, hoy se ve con naturalidad, tanto en mi caso en la presidencia del club como en otras facetas de la vida", explica.

Considera que el acceso a puestos de responsabilidad como el suyo era un camino lleno de obstáculos en el pasado. "Hace unos años seguro que me hubiera resultado difícil acceder a ese puesto y lo que hoy es una relación cordial y cotidiana antes sería muy complicada", reflexiona. Además, está convencida de que la incorporación de nuevas perspectivas enriquece el deporte: "Pienso que la visión femenina en el fútbol aporta cosas positivas".

Un proyecto deportivo a largo plazo

Con la base de la solvencia económica asegurada, el RS Monterrey ha puesto en marcha un proyecto deportivo ambicioso pero realista. "Hemos hecho una apuesta en la dirección deportiva para intentar dar un salto de calidad", detalla la presidenta. La clave, según ella, es la paciencia y la confianza en el proceso.

La directiva es consciente de que los resultados no son inmediatos. "Estamos en una carrera de fondo y los resultados no llegan de un día para otro", señala. Con esa premisa y valorando el "gran trabajo de la dirección deportiva", el objetivo es claro: "confiamos en asentar equipos e ir creciendo a nivel deportivo".

El futuro del fútbol también es femenino

Para Isabel García, la creciente presencia de mujeres en todos los estamentos del fútbol es una tendencia imparable y natural. El primer requisito, afirma, es la pasión. "Lo primero te tiene que gustar el fútbol y en ese sentido, yo creo que a día de hoy el fútbol interesa mucho a la mujer".

A partir de ese interés, vaticina una mayor incorporación femenina a roles técnicos y directivos. "Habrá más mujeres que se sientan atraídas por ser entrenadoras, directoras deportivas, delegadas, formar parte de cuerpos técnicos, entrar en directivas de clubes...", enumera. Lejos de ser una utopía, es una realidad que ya se puede constatar.

En su opinión, la clave es la normalización que ya está en marcha. "Ver a mujeres desempeñar funciones en el fútbol está mucho más naturalizado que antes y por ello, creo que es cuestión de tiempo que en un futuro haya más mujeres en estos puestos", concluye.