Testimonios llegados desde Kenia y Brasil abren la conmemoración del Domund en la Diócesis

Con la Iglesia de Cerralbo como escenario, la Delegación de Misiones de la Diócesis de Ciudad Rodrigo abrió en la tarde del viernes sus actos de conmemoración del Domingo Mundial de las Misiones 2025 que se celebrará este domingo 19 con el lema Misioneros de esperanza entre los pueblos. Este punto de partida fue como es habitual una Vigilia presidida por el delegado de Misiones, José María Rodríguez-Veleiro, a la que asistieron cerca de 40 personas.

Tras la parte inicial en la que se dio lectura a dos textos de la Biblia (uno de ellos el Evangelio), la mayor parte de la Vigilia (que fue animada musicalmente por la Hermana Victoria) estuvo dedicada a escuchar los testimonios de dos personas llegadas desde Kenia y desde Brasil.

Desde el continente africano se contó con el testimonio de la hermana de las Misioneras de la Providencia Elisabeth, natural de Kenia, quién se encuentra en estos momentos residiendo en la Congregación de las Misioneras de Ciudad Rodrigo. Durante su intervención explicó cómo es su país, el trabajo que llevan a cabo allí los misioneros, cómo son las misas, y o el comportamiento de los niños.

A continuación tomó la palabra José González, quién como él mismo explicó es natural de Sobradillo, pero lleva 60 años en el nordeste de Brasil, donde ha hecho “de todo”, hasta llegar a ser Obispo, siendo precisamente en estos momentos prelado emérito de Cajazeiras. En su intervención dio algunas pinceladas sobre su trabajo en ese país (por ejemplo mencionó la devoción que hay en las misas), pero se centró en pedir que se rece “para que la Iglesia sea misionera”, apuntando que “la misión es anunciar a Jesús vivo, muerto y resucitado”.

José González expresó su alegría de haber dedicado su vida “a la misión y a la promoción de la vida humana” (dijo que “los misioneros deben ir donde no hay dignidad humana”), mencionando por último que “donde trabajé quiero ser enterrado, por lo que volveré para allá”.

La Vigilia continuó con el encendido de unas velas que se habían repartido a los asistentes, al hilo de la imagen gráfica del Domund 2025, que es una llama con el significado de “ser llama para todos los demás”, según explicó José María Rodríguez-Veleiro. Con las velas encendidas, se dio lectura a una serie de peticiones, y se rezaron el Padrenuestro y la oración del Domund 2025 (que figura en las estampas que se habían repartido).

Antes de la bendición final impartida por José González, José María Rodríguez-Veleiro deseó “a ver si se nos pega algo” de las multitudinarias y animadas misas de Brasil y Kenia. Este sábado, se producirá la clásica salida a las calles de los niños con las huchas del Domund, para recoger donativos destinados a los misioneros repartidos por el mundo. El trayecto con las huchas comenzará a las 12.00 horas en el Parque de La Glorieta.

Por último, todas las parroquias de la Diócesis tendrán presente este domingo el Domund en sus eucaristías, con una colecta especial para apoyar a quienes anuncian el Evangelio en los lugares más recónditos del mundo.