No es tu compañía, es una trampa: las artimañas en las llamadas para cambiarte el contrato de la luz

Una llamada inesperada que parece ser de su compañía eléctrica puede acabar costándole muy caro. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una seria advertencia sobre las malas prácticas comerciales que siguen a la orden del día en la contratación de la luz, diseñadas para que el cliente acabe contratando una tarifa mucho más cara sin apenas darse cuenta.

A pesar de que en 2018 se prohibieron las contrataciones puerta a puerta y en 2023 las llamadas comerciales indiscriminadas, las tretas persisten. Según la OCU, las compañías siguen utilizando a terceras empresas, como call centers, que emplean "argumentarios engañosos" para captar clientes, tal y como ha reconocido la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El problema se agrava porque, a diferencia de lo que ocurre con el gas, para validar un cambio de compañía eléctrica no se exige una afirmación explícita del consumidor consintiendo el cambio que quede registrada en la grabación. Por ello, la OCU espera que la prohibición definitiva de estas contrataciones llegue pronto y que solo se permitan si es el propio consumidor quien inicia la llamada.

Lo que nunca te cuentan por teléfono: la letra pequeña de las tarifas

El canal telefónico es especialmente problemático para un producto tan complejo como las tarifas eléctricas. La OCU detalla qué tipo de información crucial se suele omitir en estas llamadas para que una oferta parezca atractiva a primera vista:

• El precio fijo no es tan fijo: Muchas tarifas prometen un precio estable durante un tiempo, pero la letra pequeña esconde salvedades o el compromiso se reduce a solo seis meses.
• El precio... más el IPC: Se publicita un precio base que, según el contrato, subirá al ritmo del IPC. Esta información clave no se menciona en la llamada y, al estar en el contrato, la subida se aplica sin necesidad de comunicarla.
• Descuentos con fecha de caducidad: Se atrae al cliente con descuentos muy llamativos que caducan en plazos cortos, dando paso a un precio real espectacularmente alto.
• El kWh como cebo: Las compañías bajan el precio del kilovatio-hora (kWh) para usarlo como reclamo, mientras engordan su margen de beneficio subiendo el término fijo de la factura.
• Se "comen" los decimales: Los comerciales dan el precio del kWh redondeado a la baja. Presentar 0,11 euros lo que en realidad son 0,11999 puede suponer una diferencia de 45 euros al año para un hogar medio.
• La subida puede llegar en cualquier momento: Cada vez más tarifas permiten a la compañía subir el precio con el único requisito de preavisar con 30 días de antelación.

Las tretas más sucias para engañarle

Más allá de omitir detalles, existen prácticas directamente fraudulentas que los consumidores deben aprender a reconocer. Los agentes comerciales utilizan diversas excusas para dar credibilidad a la llamada y evitar que el cliente cuelgue:

• Suplantar a tu propia comercializadora: El teleoperador se hace pasar por un agente de tu compañía actual para, supuestamente, aplicarte un descuento o corregir un error, cuando en realidad te está cambiando de empresa.
• Suplantar a la distribuidora: Afirman llamar de parte de la distribuidora (la empresa dueña de los cables, que no se puede cambiar) para decirte que necesitas cambiar de comercializadora, un argumento sin ningún sentido.
• Amenazar con un corte de suministro: Dan a entender que tu contrato va a expirar y que, para evitar un corte de luz, debes aceptar un cambio que te lleva a otra compañía.
• Aprovechar el revuelo de una noticia: Utilizan cualquier acontecimiento mediático (una subida de precios, un cambio normativo) como pretexto para proponer un cambio que suena oportuno.
• Usar el contador como excusa: La conversación gira en torno a una supuesta gestión con el contador (renovar el alquiler, reconfigurarlo) para iniciar el proceso de engaño.
• La técnica de la doble llamada: Primero, un agente que parece de tu compañía te llama para comunicarte una fuerte subida. Poco después, cuando aún tienes el susto en el cuerpo, te llama otra comercializadora para "salvarte" con su oferta.

La conclusión de la OCU es clara: cualquier llamada comercial sobre la luz debe ponerle en guardia. La recomendación es no aceptar nada en el momento, no pinchar ningún enlace recibido por SMS y, si una oferta le interesa, ser usted mismo quien contacte con la compañía para verificarla y pedir siempre las condiciones por escrito.