Cinco joyas medievales para una escapada de otoño cerca de Salamanca

Con la llegada del otoño, los paisajes de Castilla y León se tiñen de ocres y dorados, creando el escenario perfecto para el turismo de proximidad. Para aquellos que buscan una escapada desde Salamanca, la asociación de 'Los Pueblos más Bonitos de España' ofrece un catálogo de destinos que combinan historia, patrimonio y naturaleza. Entre ellos, destacan cinco villas medievales que prometen un viaje en el tiempo: Ayllón y Maderuelo en Segovia, Urueña en Valladolid, Poza de la Sal en Burgos y Monteagudo de las Vicarías en Soria.

Estos cinco municipios no solo comparten la distinción de pertenecer a esta prestigiosa red, sino que también ofrecen al visitante una inmersión completa en la historia de la región, a través de sus murallas, castillos y cascos históricos perfectamente conservados.

Ayllón (Segovia): Un lienzo rojizo de historia y reyes

Situada en el extremo nordeste de la provincia de Segovia, la villa de Ayllón se asienta sobre una característica colina rojiza, en la frontera con Soria. Su entorno natural está dominado por la Sierra de Ayllón, un paraje ideal para disfrutar de los colores otoñales.

El valor patrimonial de Ayllón fue reconocido oficialmente con su declaración como Conjunto Histórico-Artístico de carácter nacional en 1973. Su relevancia histórica queda patente en la lista de monarcas que recorrieron sus calles, entre los que se encuentran Alfonso VI, Alfonso VII, Alfonso VIII y Juan II.

Urueña (Valladolid): La Villa del Libro entre murallas medievales

A solo una hora de Salamanca, Urueña se erige como una de las fortalezas mejor conservadas de la provincia de Valladolid. Su excepcional estado de conservación le valió la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1975, gracias a un caserío que mantiene intacta su esencia medieval y, sobre todo, a su imponente muralla del siglo XIII.

El conjunto amurallado se une en su extremo sureste al castillo, levantado en el siglo XI sobre una antigua plaza fuerte de origen romano. Fuera de las murallas, es de visita obligada la ermita románica de Nuestra Señora de la Anunciada, un singular y bello ejemplo del estilo románico lombardo en la región.

Poza de la Sal (Burgos): El legado blanco de la 'villa salinera'

Conocida como "la villa salinera", Poza de la Sal, en la provincia de Burgos, debe su identidad y su historia a la explotación de sus singulares salinas, que han sido el motor económico y cultural de la localidad desde la época prerromana. Estas salinas, situadas en un diapiro, una formación geológica única, conforman un paisaje cultural de incalculable valor.

El pueblo, amurallado durante la Edad Media, conserva un encantador casco histórico de calles empedradas y casas con entramados de madera. Los lugares de interés imprescindibles son:

• Las Salinas: Hoy convertidas en un espacio interpretativo, son el emblema del pueblo.
• Casco Histórico: Un paseo por sus calles permite descubrir arcos, portones y una arquitectura tradicional que transporta al visitante a su pasado medieval.
• Castillo de los Rojas: Fortaleza que domina la villa y que fue clave en la defensa y control del comercio de la sal.

Monteagudo de las Vicarías (Soria): Historia de frontera en la raya con Aragón

En el corazón de la provincia de Soria, Monteagudo de las Vicarías se alza sobre un pequeño cerro, rodeado por los vestigios de su antigua muralla. Con una población que no supera los 200 vecinos, pasear por sus calles es una experiencia de tranquilidad y descubrimiento histórico.

El acceso principal a través de la muralla se realiza por un imponente arco apuntado y almenado. Su Plaza Mayor es el epicentro monumental, donde se congregan la iglesia de Nuestra Señora de la Muela y el castillo medieval de los Hurtado de Mendoza, ambos datados en el siglo XV.

La estratégica ubicación de Monteagudo, en la "raya con Aragón", le confirió un papel crucial en la historia. Fue en este pueblo donde en 1291 se concertó el casamiento entre Isabel, hija de Sancho de Castilla, y el rey Jaime de Aragón.

Maderuelo (Segovia): La villa mirador sobre las aguas del embalse

Considerada una de las villas más bellas de España, Maderuelo se asienta entre el poniente de la cara sur de la Serrezuela de Sepúlveda y el páramo de Ayllón. Su rasgo más distintivo y espectacular es su ubicación a orillas de un embalse, que convierte al pueblo en un mirador privilegiado sobre el paisaje circundante.

Esta posición elevada sobre las aguas no solo le confiere una belleza paisajística única, sino que también realza su silueta medieval, invitando a los visitantes a disfrutar de unas vistas panorámicas inigualables en la provincia de Segovia.

Estos cinco municipios son un ejemplo perfecto del rico patrimonio que atesora Castilla y León, ofreciendo una alternativa cultural y paisajística ideal para explorar durante los fines de semana de otoño.