La Asociación Tren de Salamanca, al límite: "Las conexiones son insuficientes en cantidad, calidad y tiempos"

La paciencia de los usuarios del tren en Salamanca se ha agotado. No es una novedad, si no que ya viene de lejos. Lo que debería ser un servicio público fiable se ha convertido en una odisea diaria marcada por "promesas incumplidas y una calidad precaria". En una entrevista a este periódico, la Asociación Tren de Salamanca vuelve a elevar la voz para denunciar una situación que consideran insostenible y que refleja una profunda desconexión entre la realidad de los viajeros y las decisiones ministeriales.

"Las conexiones son insuficientes en cantidad, calidad y tiempos", sentencia de manera contundente el portavoz de la asociación. Esta afirmación resume el hartazgo que llevó a 15.000 personas a manifestarse en Salamanca el pasado mes de enero para exigir mejoras ferroviarias urgentes.

Aquella movilización histórica pareció surtir efecto cuando, horas antes de la protesta, el ministro de Transportes anunció el regreso de la esperada cuarta frecuencia con Madrid. Sin embargo, la realidad ha sido una decepción. "Volvió muchísimos meses después", pero de forma incompleta, ya que el servicio no opera los fines de semana.

Imagen de la conentración en Salamanca en enero de 2024

A este agravio se suma otra promesa rota: la reasignación de material rodante tras la llegada de los nuevos trenes a Galicia. "Se había mencionado que tras la incorporación de los trenes en Galicia, cosa que ya se ha materializado, se iban a dedicar parte de esos trenes hasta Salamanca. Cosa que tampoco se ha materializado", explican desde el colectivo, lamentando que ese material haya sido derivado a otras comunidades autónomas.

Desde la pandemia, la asociación describe un carrusel de justificaciones por parte de Renfe y el Gobierno que califican como "una especie de rueda de la fortuna a ver cuál era la excusa". Entre los argumentos esgrimidos por la administración se encuentran:

• Falta de demanda: "Decían que faltaba demanda cuando los trenes iban y siguen yendo repletos", señalan. Una justificación que, según una notificación reciente recibida por la asociación, el Gobierno central sigue manteniendo.
• Falta de maquinistas.
• Falta de material rodante.

"No sé qué interpretación de la realidad esta gente aplica", ironiza el portavoz. "Quizás en otra dimensión sí se aplica, pero en esta dimensión en la que vivimos nosotros, no".

Una responsabilidad compartida: Adif, Renfe y el Ministerio en el punto de mira

Como gestor de las infraestructuras, Adif tiene una cuota de responsabilidad clave. Aunque la inversión en mantenimiento ha aumentado en cifras absolutas, la asociación advierte que "proporcionalmente invierte mucho menos, porque ahora hay más vías". Este déficit, afirman, está detrás de las constantes incidencias y retrasos. Además, señalan directamente la inacción en el intercambiador de ancho de vía de Medina del Campo, una mejora "más que necesaria" que no se ha acometido y que impide el paso de trenes del fabricante Talgo, limitando las opciones de material a los de CAF.

Por su parte, Renfe es la responsable directa de "poner más trenes, tanto para Madrid como para Valladolid". La conexión con la capital castellanoleonesa es calificada como un "desastre", a pesar del dinero de la Unión Europea invertido en electrificar unas vías infrautilizadas. A esto se suma la antigüedad del material, como evidenció el incendio de un vagón en septiembre del año pasado, que afortunadamente no causó heridos.

Finalmente, se apunta al Ministerio de Transportes por su falta de visión a largo plazo. "El Ministerio es responsable de estar alargando y diciendo que no es importante la Ruta de la Plata", una infraestructura clave para la vertebración territorial. La misma miopía, denuncian, se aplica a la conexión con Portugal.

El futuro no solo mira a Madrid: la conexión con Portugal como eje estratégico

"No solamente nuestro futuro está hacia Madrid o Valladolid, está hacia Portugal", insisten desde la asociación. Conectar Salamanca con ciudades como Aveiro u Oporto no solo abriría nuevas oportunidades económicas y sociales, sino que justificaría las inversiones en la línea, beneficiando a su vez los trayectos hacia Madrid al compartir el mismo corredor.

La situación actual, critican, fomenta el uso del vehículo privado, una contradicción con los discursos oficiales sobre sostenibilidad. "Si el coche es malo, pues entonces seamos acordes con lo que se dice y fomentemos la utilidad y las inversiones en los trenes", reclaman.

"No nos sentimos representados": la desconexión entre la administración y los viajeros

El pesimismo es la nota dominante. Con las declaraciones actuales de las administraciones, "no dan la sensación que eso cambia, lamentablemente". El sentimiento de abandono es profundo: "Nosotros no nos sentimos representados".

La demanda del colectivo es clara: desarrollar el servicio en base a una demanda real que "sí existe" y entender el tren como una herramienta para fijar población. La crítica final apunta directamente al concepto de movilidad que defienden las instituciones. "Nos gustaría saber en qué versión de la Tierra se están referenciando Renfe y el presidente de Renfe de que es un derecho a la movilidad. Con lo que estamos sintiendo los pasajeros, nos están transmitiendo totalmente lo contrario".