El Obispo de Ciudad Rodrigo alza la voz contra la violencia hacia los migrantes
Retana señala que “nos duele profundamente” que se esté pidiendo una “expulsión generalizada”
El Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo José Luis Retana hizo público en la tarde del miércoles un mensaje dirigido a la comunidad diocesana a raíz de los episodios de violencia contra la población migrante acaecidos en los últimos días, especialmente en la localidad murciana de Torre Pacheco, alentados por grupos de ultraderecha. En este mensaje, el Obispo condena de forma enérgica la violencia, al mismo tiempo que defiende la acogida a los migrantes.
En concreto, el Obispo señala en su mensaje que la Diócesis se une “al grito de todas las personas de buena voluntad” de preocupación, rechazo y repulsa a las proclamas y acusaciones sobre los migrantes afincados en España, subrayando que “nos duele profundamente que incluso estén pidiendo una expulsión generalizada e inciten a la violencia”.
Retana remarca que en la Diócesis de Ciudad Rodrigo y en el conjunto de la provincia de Salamanca los migrantes “están fuertemente integrados”, señalando que contribuyen a paliar las consecuencias del envejecimiento, ya que se encargan en muchos casos de cuidar a los mayores; además de asumir trabajos que “no estamos dispuestos a realizar los autóctonos, en la hostelería o en el medio rural”.
Al mismo tiempo, apunta que los migrantes están “revitalizando y dando un nuevo impulso a la vida de muchas de nuestras parroquias y comunidades cristianas” (“basta mirar los grupos de catequesis y la participación en la Eucaristía”). Todo ello “debe suscitar en nosotros un agradecimiento expresado en forma de acogida incondicional, generando espacios de convivencia” para “dejarnos contagiar por sus valores y aprender de su generosidad y valentía al salir de su tierra para ayudar a sus familias o huir de la violencia”.
El Obispo llama a la comunidad diocesana a “mantenernos vigilantes” y a “comprometernos a ser cuidadosos en gestos y palabras que construyan”, animando a aprovechar el verano para “conocer más y mejor a nuestros vecinos migrantes, combatir bulos y prejuicios que alimentan actitudes xenófobas que conducen a una violencia que se aleja del mensaje de Jesús de Nazaret”.
