Lleno total, con fieles incluso de pie, para festejar a la Virgen del Carmen en Ciudad Rodrigo

La Iglesia del Convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Ciudad Rodrigo se quedó pequeña en la tarde del miércoles para vivir el momento culminante de la celebración de la Festividad de Nuestra Santísima Madre la Virgen del Carmen (patrona de las Fuerzas Armadas Españolas y del Mar), a la que se ha venido honrando en este lugar desde el pasado lunes 7 con la tradicional novena.

Cada una de las jornadas de la misma ha contado con la animación musical de las propias Hermanas Carmelitas, sumándose en la tarde del miércoles la Coral Dámaso Ledesma, que se situó en la parte final del templo, en la cual se acumularon varios fieles de pie, quedándose incluso algunos en el exterior sentados en sillas (como era amplia tradición antiguamente ante la alta asistencia al día grande de la Virgen del Carmen).

Al igual que toda la novena, esta culminación con una Santa Misa concelebrada fue presidida por el sacerdote Víctor Carrasco, incardinado en la Diócesis de Toledo (ejerce como párroco en varias localidades que pertenecen territorialmente a la Comunidad de Extremadura, cerca de la ciudad de Badajoz), quién estuvo acompañado entre otros sacerdotes por el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro, el capellán de las Carmelitas, Manolo Peláez, o el arcipreste de Ciudad Rodrigo, Efraín Peinado.

Víctor Carrasco les dio las gracias a todos ellos (en especial a Manolo Peláez), así como al diácono Daniel Mielgo, y “a los jóvenes que me han ayudado estos días”, varios de los cuales ejercieron como monaguillos en la tarde del miércoles. Todos los mencionados se sacaron una foto de familia de recuerdo en las escaleras del altar tras el solemne canto de la Salve por parte de todos los presentes, que culminó con unos enérgicos vivas.

Víctor Carrasco también mostró su agradecimiento a las Hermanas Carmelitas (incidió en “lo que simbolizan para Ciudad Rodrigo”), y a los fieles que han acudido a los actos (aquellos que no habían estado en la sesión de la tarde del martes se acercaron a recoger un santo escapulario, signo de protección y consagración a María). Por último, el sacerdote deseó que “tengamos vocaciones en el Carmelo y en Ciudad Rodrigo”.

Finalizada la celebración, hubo un pequeño bonus en el interior de la Iglesia, en forma de interpretación del Ave María por parte de un diácono que había asistido a la eucaristía entre los fieles, siendo ampliamente aplaudido su cántico. A partir de ahí, sacerdotes, ayudantes y fieles disfrutaron –tanto en el interior como al aire libre- de un amplio convite preparado por las Hermanas Carmelitas para terminar de celebrar de una forma más lúdica la festividad de la Virgen del Carmen.