Finaliza una Romería “muy dura” por el calor con cada vez más jóvenes participantes

Después de un par de horas de fuerte tormenta en Ciudad Rodrigo (que no afectó a los romeros), el cielo se abrió por completo, apareciendo el sol, e incluso el calor, para recibir en el tramo final de la tarde del lunes a los participantes en la 31ª Romería hasta el Santuario del Risco Mariano promovida por la Hermandad de Nuestra Señora de la Peña de Francia, que por primera vez ha contado con mayordomos: José Ramón Cid Cebrián y José María Dorado Jarrín (que son los romeros más antiguos).

La Romería hizo su entrada con gran puntualidad en Ciudad Rodrigo (en torno a las 20.00 horas), encontrándose con bastantes mirobrigenses en las calles, posiblemente bastantes más que si la tarde hubiese estado despejada desde el principio, ya que la tormenta evitó la mayoría de bajadas al entorno del río para disfrutar allí de la tarde.

Como es habitual, el último tramo de la Romería transcurrió por la Avenida Conde de Foxá, la Glorieta del Árbol Gordo, la calle Santa Clara y la calle Rastrillo, para alcanzar la rotonda de la fuente de San Cristóbal, donde también había bastantes personas esperando a la Virgen, que apareció dentro de su carreta, yendo solo por delante en este tramo final la Policía Local, un vehículo de la organización, un jinete con el estandarte de la Hermandad, los mayordomos y el tamborilero Agustín Hernández.

Una vez a las puertas del Convento de las Carmelitas, hubo varios cánticos y rezos por parte de los presentes (tanto antes como después de ser bajada la Virgen de la carreta), pidiendo a todos los presentes el capellán de las Carmelitas, Manolo Peláez, que “no nos olvidemos de ella, sigue estando todo el año”. Por supuesto en estos minutos hubo numerosos vivas a la Virgen, a los romeros, a la Madre de Dios y a las Madres Carmelitas.

Buena parte de los presentes entraron al Convento, para la despedida definitiva de la Romería, durante la cual, una de las cabezas visibles, Eugenio Bernal, explicó que si la Romería del año pasado fue complicada por el mal tiempo (con mucha lluvia), este año se ha vivido “lo opuesto”, siendo “muy dura” por el exceso de calor, mucho más del previsto cuando se pusieron en marcha el viernes.

De hecho, pese a lo vivido por ejemplo en Ciudad Rodrigo con las tormentas el domingo y el lunes por la tarde, a los romeros apenas les han caído unas gotas de lluvia bajando del Santuario en la mañana del domingo y a su paso por la Finca de Gazapos en la tarde del lunes.

Durante su intervención en el Convento, Eugenio Bernal resaltó que ha habido mucha participación, cada vez con más jóvenes (otra de las presentes destacaba que había habido “mucha unidad” entre los mismos) y “colaboración entre todos”. En este momento, se aprovechó para hacer el relevo en la Mayordomía, una novedosa figura estrenada este año, asumiendo las varas de cara a 2026 José María Matas Sánchez y Santiago Lobato Fandiño (quién no pudo estar presente, cogiendo la vara su mujer, Caridad).

Por su parte, Verónica María Sastre comentó que muchos de los presentes participan en la Romería para pedir a la Virgen, pero también para “agradecer”, como ha sido su caso, tras no poder participar en la cita del año pasado. A continuación, hubo una foto de familia de las camareras de la Virgen, antes de quedar todos citados para el año que viene y cantar un último Ave María.