La desesperación de un ganadero salmantino: "Estaban vivos y se los comieron; no dio tiempo a nada"
"Lo peor es la impotencia y que nadie nos respalda", lamenta el ganadero de El Cabaco, que ha perdido una vaca y un ternero y ha sufrido heridas en otro ternero por un meloncillo. Asaja reclama a la Junta una actuación urgente
La impotencia y la desesperación se han instalado en una explotación ganadera de la localidad salmantina de El Cabaco. Un ganadero ha sido testigo de cómo la fauna salvaje acababa en cuestión de días con parte de su medio de vida, una situación que, según denuncia Asaja Salamanca, se repite de forma alarmante en la provincia.
El suceso más grave, según el relato del propio afectado, fue protagonizado por más de un centenar de buitres que se abalanzaron sobre sus animales, acabando con la vida de una vaca y un ternero.
La crudeza del testimonio refleja la indefensión sentida en el momento del ataque. “Estaban vivos los animales y se los comieron. No dio tiempo a nada. Lo peor es la impotencia y que nadie nos respalda. La Junta de Castilla y León debería estar apoyándonos en esto, pero parece que no existimos”, lamenta el ganadero.
Por si fuera poco, la pesadilla no terminó ahí. Apenas unos días después, y tan recientemente como en la jornada de ayer, otro animal de su explotación, un ternero, sufrió el ataque de un meloncillo, una especie cuyos ataques, asegura, "son constantes".
Reclamación urgente a la Junta
Ante esta concatenación de hechos, ASAJA Salamanca ha vuelto a alzar la voz para exigir soluciones y denunciar públicamente lo que consideran una situación de "enorme indefensión" para el sector.
La organización profesional agraria pide a la Junta de Castilla y León “una actuación urgente y eficaz para controlar la proliferación de estas especies” y garantizar la protección de la cabaña ganadera.
Desde la asociación se insiste en la necesidad de proteger al sector, al que definen como el “motor económico de nuestras zonas rurales”, y urgen a la administración a que “se deje de negar una realidad que está poniendo en jaque al sector ganadero”.
