Escolares de Ciudad Rodrigo bailan y pasean por la muralla para conseguir un planeta mejor
Cada uno de los centros involucrados realizó una presentación a partir de un taller al que asistieron en marzo
La Delegación Diocesana de Manos Unidas en Ciudad Rodrigo llevó a cabo en el tramo de la mañana del jueves que estuvo presidido por el sol (posteriormente se puso a llover) una actividad de sensibilización denominada Caminamos por el Planeta, que tenía como finalidad que los participantes reflexionasen sobre las desigualdades globales, queriendo “compartir con los hermanos del Sur nuestro esfuerzo para acabar con la desigualdad”, según expresó en la apertura la delegada diocesana, Ana Isabel Lucas.
Como la actividad ha estado patrocinada por la Junta de Castilla y León, en esa apertura intervino su secretario territorial, Fernando Díaz Torres, quién manifestó que la Junta “contribuye a que la manera occidental de vivir pueda llegar a otros rincones del mundo, pero haciéndola compatible con el medio ambiente”, mostrando su “orgullo de que haya gente joven que vaya a recoger la antorcha del impulso al medio ambiente”.
Esa ‘gente joven’ participante en la iniciativa fueron unos 160 escolares de 6º de Educación Primaria de los colegios San Francisco, Miróbriga y Misioneras de la Providencia-Santa Teresa, y de 1º de la ESO del IES Tierra de Ciudad Rodrigo, que acudieron junto a sus profesores hasta la Plazuela del Buen Alcalde, epicentro principal del evento, que contó con la colaboración de numerosos voluntarios de Manos Unidas.
En un primer bloque, representantes de cada centro presentaron al resto los trabajos que han elaborado a partir de unos talleres que recibieron el pasado mes de marzo, impartidos por las técnicas de proyectos de Manos Unidas de Madrid y Valladolid Nuria Iglesias y Gema Rizo (quienes también fueron interviniendo a lo largo de la mañana del jueves).
La ronda de presentaciones (dentro de la cual explicaron la problemática y un lema que han creado) la abrieron los alumnos del IES Tierra de Ciudad Rodrigo, que han trabajado sobre la Producción agroecológica, mujeres emprendedoras y el desperdicio de alimentos en El Salvador. A continuación, los alumnos del Colegio San Francisco hablaron sobre El trabajo digno libre de explotación infantil: coltán, teléfonos móviles y vertederos tecnológicos en África.
En lo que respecta a los alumnos del Colegio Miróbriga, trataron La importancia del agua, la contaminación y la industria textil (remarcando que “la ropa no debería costar el futuro del agua”); y por último, los alumnos del Colegio Misioneras-Santa Teresa expusieron su trabajo sobre La contaminación marina, los microplásticos y las islas de plástico. Estos dos últimos grupos mostraron asimismo varias creaciones que han hecho relacionadas con sus proyectos: los del Miróbriga enseñaron unas bolsas que han creado con camisetas; y los de Misioneras-Santa Teresa, unos dibujos y manualidades a partir de elementos de plástico.
Tras la parte más ‘teórica’ de la mañana, se pasó a la lúdica y festiva, comenzando con el baile con coreografía en la propia Plazuela del Buen Alcalde de la canción Los Derechos Humanos de la Infancia. A continuación, todos los presentes se dirigieron hacia la Puerta del Conde para subir a la muralla, por cuyo adarve transitaron en dirección a la Plazuela del Castillo.
Allí, junto al Verraco, dirigió un mensaje a todos los presentes el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro, y se hizo entrega a representantes de cada centro educativo participante de un madroño, como “símbolo de un futuro más sostenible”, y como elemento de concienciación contra el cambio climático, como explicó para cerrar Ana Isabel Lucas.
