Fijado el volumen de agua que deberán sumar Irueña y el pantano al final del Año Hidrológico

Hace unos días tuvo lugar en Valladolid la habitual reunión por estas fechas del año de la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Duero en la que se fijan los volúmenes mínimos de agua que deben tener cada uno de los sistemas de la Cuenca al final del Año Hidrológico 2024/2025, es decir, el 30 de septiembre (coincidiendo con el final de la campaña de riego).

Estos volúmenes se han fijado en un momento en que los embalses de la Cuenca del Duero están en máximos históricos (superando el 90% de capacidad) desde que se tienen los actuales sistemas de medición (desde el año 1996), producto de las intensas precipitaciones que se han registrado en los meses de diciembre, enero y marzo. Ante ello, no se prevé ningún tipo de restricción a lo largo de la campaña de riesgo.

En todo caso, pese a esta situación de “abundancia”, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), María Jesús Lafuente, ha pedido un “uso sostenible”, para así asegurar que la campaña de riego finalice con el mayor volumen de agua embalsado posible.

En lo que respecta al sistema del Águeda, que abarca tanto el pantano del Águeda como la presa de Irueña, la Comisión de Desembalse ha acordado como en años previos que el 30 de septiembre deben contar entre los dos con un mínimo de 40 hectómetros cúbicos de agua.

El pantano e Irueña tienen capacidad para 132,4 hectómetros cúbicos, contando en estos momentos (en la mañana del Lunes de Pascua) con 109,68 entre los dos (el pantano alberga 11,28 hectómetros –está al 73,2% de su capacidad-, e Irueña, 98,4 -al 89,5%-), una cifra casi idéntica a los 109,7 que tenían el año pasado por estas fechas.

Por otro lado, la Comisión de Desembalse también ha establecido la dotación orientativa máxima de agua para el regadío en cada sistema de la Cuenca, siendo en el caso del sistema del Águeda de 6.000 metros cúbicos por hectárea (250 menos que el año anterior).