Sábado, 06 de diciembre de 2025
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La Soledad redondea un milagroso Viernes Santo con una ruta alternativa y un final acelerado
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CIUDAD RODRIGO | VIERNES SANTO

La Soledad redondea un milagroso Viernes Santo con una ruta alternativa y un final acelerado

Actualizado 19/04/2025 03:24

La lluvia apareció justo cuando se estaba llegando a la Catedral, cantándose la Salve en su interior

Atendiendo a las previsiones meteorológicas, el Viernes Santo 2025 de Ciudad Rodrigo parecía que podía correr la misma suerte que el de 2024, cuando se suspendieron las procesiones del Santo Encuentro y La Carrera, y apenas hubo una efímera salida de La Soledad. Sin embargo, el cielo se puso totalmente ‘de acuerdo’ con la Semana Santa Mirobrigense en este 2025, respetando la lluvia escrupulosamente los horarios previstos para las tres procesiones de la jornada, obrándose el ‘milagro’ de que todas se pudieran desarrollar y casi con normalidad, salvo por algunos recortes de recorrido para no correr tantos riesgos.

Después de que La Carrera se completase de forma exitosa (durante toda la semana pocos confiaban en ello), quedaba rematar el Viernes Santo con la procesión de La Soledad, pero el cielo empezó a dar guerra a las 21.07 horas, con un notable chaparrón, continuando la caída de agua durante un buen rato, lo que puso en jaque ese desfile final del día, que tenía como siempre un prólogo en forma de rezo del Santo Rosario y de reflexión a cargo del capellán de la Cofradía, Ángel Martín Carballo.

Al igual que ocurrió con La Carrera se esperó hasta el último momento a tomar la decisión: cuando concluyó la reflexión (instantes antes de las 23.00 horas, ya que fue más breve de lo habitual), se preguntó a los que estaban fuera de la Seo si estaba lloviendo, y como no lo estaba haciendo, se decidió salir, aunque con una ruta diferente a la planeada, más corta, pero igualmente bastante larga. Para empezar, se fue hacia la Plaza Mayor, pero no por Plaza de San Salvador, Díez Taravilla y Colada como estaba previsto, sino por Cardenal Pacheco.

Al salir en esta dirección (y no estar el público tan repartido), se pudo apreciar de lleno la espectacular cantidad de gente que había congregada a las puertas de la Catedral para seguir el arranque de La Soledad, que contó con la compañía de unas 25 cofrades con mantilla, que fueron detrás de las banderas de luto de la Cofradía, conformando dos filas dentro de las cuales fue la imagen de la Virgen. Por fuera de estas dos filas desfilaron todos todos los fieles que decidieron sumarse a la procesión, muchos de ellos con velas.

Detrás de la Virgen procesionó el capellán de La Soledad, Ángel Martín Carballo, junto al presidente de la Cofradía, Tomás Domínguez Cid, y un monaguillo; y tras ellos, representantes de las restantes cofradías de la Semana Santa Mirobrigense (excepto La Cruz), la Corporación Municipal, el Capitán de la Guardia Civil en Ciudad Rodrigo, Pablo Javier Ruiz Gatell de Gordejuela; y el Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad. La Banda Municipal de Música cerró la comitiva, aunque en algunos momentos tras los músicos también marcharon cofrades.

Al alcanzar la Plaza Mayor, la imagen de La Soledad fue dada la vuelta para sorpresa de la mayoría de los presentes, con el objetivo de que los participantes en la procesión tuviesen la oportunidad de contemplarla de frente mientras iban avanzando por el ágora. Sin embargo, esto no se llegó a explicar, con lo cual la situación fue un poco extraña, ya que precisamente los fieles se quedaron parados pensando que la procesión se iba a dar ya la vuelta hacia la Seo (como más o menos ocurrió el año pasado).

El desfile continuó, aunque en vez de salir de la Plaza –en cuya balconada habló el sacerdote Fernando Dias-Bailón- por la calle San Juan como estaba previsto, se siguió por la Rúa del Sol (momento en que chispeó ligeramente), para proseguir por Campofrío y Muralla. Al salir a la calle Madrid, no se fue ‘directo’ hacia la Catedral por la Plazuela del Conde y la calle Cáceres, sino que se llevó a cabo la novedad que estaba prevista de recorrer la calle Madrid al completo para alcanzar por allí por 2ª vez la Plaza Mayor.

Según lo previsto, La Soledad debía haber salido del ágora de forma inmediata por Julián Sánchez, pero bajó hasta Cardenal Pacheco para encaminarse hacia la Catedral. En este tránsito por Cardenal Pacheco, se puso a llover, lo que hizo que se abriesen paraguas entre el público y que se acelerase el final, siendo introducida lo más rápido posible –la maniobra de bajada con la carroza tiene su dificultad- la imagen de La Soledad en la Seo, tras 45 minutos en la calle.

Así, fue en el interior de la Catedral (a donde accedieron buena parte de los presentes) donde se cantó la Salve en vez de en el exterior como es costumbre. Tras ello, hubo unas palabras de agradecimiento por parte de Ángel Martín Carballo a todos los participantes en la procesión, que en principio no será la única salida a la calle de La Soledad en 2025 (la Cofradía tiene la intención de sacarla con motivo de la conmemoración de los Dolores de la Virgen en septiembre).