Las últimas investigaciones de la epigenética: cómo las vivencias traumáticas se heredan en los hijos y en los nietos

Hay tres grandes investigaciones recientes en epigenética que son las más citadas para dar cuenta de cómo los científicos han descubierto ciertas señales genéticas en las generaciones posteriores de hijas/os y nietos de poblaciones de madres que sufrieron experiencias de estrés y traumas psíquicos durante etapas conflictivas en sus países.

La primera investigación se centró en las mujeres embarazadas holandesas que sufrieron una gran hambruna durante el invierno de 1944-45, en la Segunda Guerra Mundial. Sus hijas y sus nietos tenían en su código genético ciertas señales unidas a una tendencia a desarrollar sobrepeso y diabetes de tipo 2, significativa comparada con el grupo control.

Otros dos estudios se han realizado con grupos numerosos de mujeres sirias, el primero con mujeres embarazadas en 1982 que no murieron durante la masacre del régimen de Hafez al Asad cuando se manifestaban en la ciudad de Hama; y el segundo grupo también compuesto por mujeres embarazadas en 2011 durante la guerra civil siria. El tercer grupo, el grupo control, estuvo compuesto por familias sirias que emigraron a Jordania antes de iniciarse los conflictos. En total el análisis fue de un total de 138 personas, de 48 familias. Los resultados de estos dos grupos de mujeres sirias embarazadas confirmaron los de las mujeres holandesas embarazadas durante la hambruna de 1944-45: que estas situaciones traumáticas se trasmitieron a las dos generaciones siguientes de hijas y nietos, que mostraban señales en su código genético.

La teoría psicoanalítica había teorizado hacía algunas décadas, basándose en la experiencia clínica, cómo los significativos traumas emocionales paternos y maternos influían inconscientemente en la vida afectiva y síntomas ligados en los hijos/as de estas madres y padres; pero no había aún ningún dato objetivo en el campo científico que reasegurara esta influencia o repetición de las vivencias traumáticas en las posteriores generaciones. Lo peculiar, desde el punto de vista psicoanalítico de esta influencia generacional, es que estos síntomas o repeticiones de síntomas que aparecen en la siguiente o siguientes generaciones no necesitan para su manifestación de la experiencia de haber escuchado el relato de los hechos traumáticos de esos padres. O al menos no haberlos registrados conscientemente; muchos pacientes en el proceso de un psicoanálisis, descubren que el relato fue trasmitido verbalmente por la madre o el padre, pero el sujeto lo reprime. Solo en etapas posteriores el analizado puede descubrir que sí lo había escuchado en su pasado.

Esta rama de la genética, la epigenética, está constituyendo un paso revolucionario, demostrando cómo los traumas psíquicos y las situaciones de estrés de los padres pueden influir decisivamente en los genes y en las vivencias de la generación de hijos y nietos.